Quédate en casa

Hasta la cocina de… Dani García

Cocina Dani García

Los restaurantes echaron el cierre, pero pocos cocineros se han quedado quietos. La mayoría de chefs han desarrollado en las semanas de confinamiento una actividad frenética en las redes sociales, conscientes de la importancia de seguir comunicando, de mantener en el candelero su marca personal, hasta que escampe el temporal. Y uno de los más activos en este sentido está siendo el marbellí Dani García, que cada pocos días se coloca en su cocina ante la cámara para elaborar recetas que comparte a través de su cuenta de Instagram (@danigarcia7).

«Existen varios Dani García: uno es el de las tres estrellas Michelin, otro el de Bibo, otro el de Lobito de Mar… y también está el que cocina en casa», explica el chef. «En alguna ocasión había puesto stories de los platos que hacía aquí, en mi cocina, y había bastante gente que me pedía que los grabara, así que de ahí surgió la idea”.

En este recetario virtual podemos encontrar desde propuestas sencillas para todos los gustos y niveles de cocina, como unos nuggets de pollo o una tortilla de patatas, hasta otras mucho más elaboradas, como el célebre arroz meloso de bogavante que tantas pasiones levanta en su restaurante Lobito de Mar y que sin duda pondrá a prueba nuestra pericia culinaria. «A veces cocino lo que me apetece comer, pero otras lo que el público me pide. Pero al fin y al cabo, intento que sea algo que la gente pueda hacer en casa, porque si no carece de sentido…», cuenta Dani. “Y voy improvisando el recetario sobre la marcha, porque al final también tengo que adecuarme a la comida del día a día de mi familia, teniendo en cuenta que tengo dos hijas adolescentes y que tenemos que alimentarnos de forma equilibrada».

El fenómeno fan

Algunas de sus recetas han pasado de las 100.000 visualizaciones, todo un éxito. Aunque Dani asegura que lo que más le motiva son «las cientos de fotos de platos que me mandan. Me parece increíble que a través de una red social se pueda llegar a eso…».

Dani se desenvuelve bien en este escenario digital. Tiene Instagram desde los inicios de la red social y siempre se ha mostrado bastante activo en ella. A estas alturas de la película, ni la cámara ni las tecnologías le imponen. De hecho, asegura que no ha tenido que borrar ninguno de los vídeos que ha realizado porque haya salido mal. «A la hora de grabar nos concentramos y nos lo tomamos en serio», afirma.

Aunque reconoce que algunas de las grabaciones se han quedado en su smartphone sin llegar a ser compartidas. «Realmente no he colgado algunos de los vídeos que he hecho porque me parecía que eran complejos y no creo que la gente los pudiera realizar en casa. Como, por ejemplo, cuando se me antojó hacerme una clam white pizza en la barbacoa. Y es que es difícil que la gente pueda tener una piedra, llevar la temperatura a 300 grados y dejar la masa tres días fermentando». Pequeños antojos que tienen los grandes chefs… 

Lecciones del confinamiento

Mientras que Dani García nos ha estado enseñando estos días a cocinar muchos platos, la distópica realidad que estamos viviendo también le está enseñando cosas a él. «Creo que tanto a mí como al Grupo Dani García en general esta situación nos va a cambiar mucho la visión», explica. «Aprenderemos a ser mejores personas y a ser mucho más conscientes de la suerte que tenemos del tipo de vida que llevamos y cómo la llevamos».

Y una vez que esto pase, cuando apague los fogones y la cámara y cruce la puerta de su casa, tiene muy claro cuál va a ser el primer lugar al que se dirija: «Iré a Lobito de Mar a comerme unas gambas al pilpil y un plato de coquinas». Buena elección, Dani.

 

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