Es irremediable. Siempre llega el día en el que el antojo de hamburguesa es imparable. Y, desde el momento en el que el deseo irrumpe en nuestras neuronas, ya uno sólo puede pensar en el pan tostadito, en la carne jugosa, el queso derretido que cae por los lados… No hay marcha atrás. En San […]