Jamie Oliver (Clavering, Reino Unido, 50 años) está listo para volver a escena con una de sus marcas más queridas: Jamie’s Italian. Después de seis años fuera del panorama gastronómico británico -tras la entrada en administración en 2019-, el chef planea reabrir la cadena en 2026. Y no viene solo: lo hace de la mano de Brava Hospitality Group, el grupo respaldado por Cain International y propietario de Prezzo, que será clave en esta nueva etapa.
La vuelta de Jamie’s Italian no será un simple regreso, sino un renaciaminto. La idea es actualizar el concepto con un formato más moderno y centrado en lo esencial: una carta más pequeña, pasta fresca e ingredientes de calidad, según explicó Ed Loftus, director global de Jamie Oliver Restaurants. La primera apertura ya está marcada en el calendario, primavera de 2026 en Leicester Square, en pleno corazón de Londres.
Aunque la cadena cayó en Reino Unido, Jamie Oliver nunca desapareció del todo del mapa. Su marca siguió viva gracias a los restaurantes franquiciados que operan en otros países y que hoy suman más de 70 locales en todo el mundo. Además, el año pasado el grupo indio Hunch Ventures compró la compañía y obtuvo los derechos exclusivos para expandir sus conceptos en India, donde tienen previsto crecer incluso en ciudades de segundo y tercer nivel.
Para Oliver, este renacer tiene un peso emocional enorme. Él mismo reconoce que no es el momento más fácil para regresar, pero también cree que es el más necesario. El mercado medio necesita “emoción, sorpresa y deleite”. El chef asegura estar completamente implicado en diseñar el menú de este nuevo comienzo, aunque esta vez no pondrá dinero propio en el negocio. Eso sí, el resto de sus proyectos sigue viento en popa: sus libros están en millones de hogares y sus programas de televisión continúan reproduciéndose en casi todo el mundo.
El regreso de Jamie’s Italian también se da en un contexto complicado para la hostelería británica, con altos costes y un sector muy presionado. Cuando la cadena colapsó en 2019, Oliver señaló precisamente estas dificultades como una de las causas del cierre. Aun así, el chef está dispuesto a intentarlo de nuevo, convencido de que hay espacio para una propuesta renovada que vuelva a conquistar a los comensales de Reino Unido.