¿Cómo destaca un restaurante en una ciudad tan gastronómica como San Sebastián? Siendo honesto y directo al grano. Aquí no se venden humos, se cocinan. Frente a la catedral del Buen Pastor y con vistas al edificio renacentista de Correos, se encuentra Villano Bistró, un restaurante ubicado en el hotel boutique Intelier Villa Katalina que se muestra tal y como es. Un concepto contemporáneo, pero cercano a los valores de Donosti, que trabaja una carta en la que se ensambla la cocina vasca con influencias gastronómicas del resto de España y Francia.
La intención de este spot gastro donostiarra, que acaba de cumplir un año, es reflejar en sus platos el carácter de la ciudad y de sus locales. De ahí su cocina bien trabajada, sus ingredientes locales, frescos y la genialidad de con tal solo un bocado reconocer lo que estás degustando. Su constructo, elaborado en una carta corta y franca, es el claro espejo de la mano y alma de su chef, Íñigo Palma, formado en la Escuela Superior de Hostelería de San Sebastián y cuya trayectoria incluye las cocinas de Sébastien Gravé en Bayona y jefe de cocina en Bistroteka, hoy Zinema7 Hotel.
Sin decoros y directo al plato, Palma transporta a sus comensales a su propuesta más íntima y abierta a todo el mundo, no solo a los alojados en este acogedor hotel cuyos cimientos -construidos entre 1895 y 1905, más tarde restaurados por el estudio local Uzcanga Arquitectos– están considerados como edificio histórico.
Subrayando su objetivo de ofrecer una propuesta culinaria reconocible e ininterrumpida, cuenta también con una terraza desde la que se puede disfrutar, a cualquier hora, del encanto de las calles Hondarribia y Urdaneta. En este ambiente costumbrista, que invita a sentarse y vivir una experiencia relajada y gastronómica, el bistró busca conectar de forma cercana con el estilo de vida de los locales, los turistas y aquellos cuya identidad se encuentra entre ambos.
Villano Bistró se presenta como un reflejo auténtico de alma de San Sebastián, donde la tradición y la modernidad conviven en cada plato. Su propuesta sincera y cercana, junto con su entorno único frente a la catedral del Buen Pastor, lo convierten en un espacio muy interesante para saborear la esencia y el carácter de la ciudad. En un panorama gastronómico tan exigente, esta propuesta confirma que la honestidad y la calidad siguen siendo la mejor receta para destacar, y más aún, en una ciudad característica por su identidad.
Propuesta gastro de Villano Bistró
El restaurante ofrece estilos variados de degustación. Para empezar, ofrece su menú del día Ondarreta por 26 euros, en el que se puede elegir un pastel de pescado de roca, crème fraîche-mostaza y crumble nori como entrante y un cremoso ravioli de setas y hongos o un magret “rougie” asado en jugo agridulce y vinagreta trufada de frutos secos como principal.
Para continuar, está el menú degustación de seis platos por 57 euros, cuidadosamente seleccionado por el chef. Este incluye propuestas como el tartar de salmón marinado con remolacha, yogur-mostaza y crumble nori; bacalao ajoarriero con huevo a 65º y migas tostadas al Espelette; y carrillera de ternera guisada al vino tinto con puré de patata.
En cambio, si buscas algo más informal para sentarte a picar algo en la terraza, su carta ofrece croquetas, jamón, txistorra, ensaladilla de bonito, entre otras posibilidades a elegir un día cualquiera que te sientes a tomar algo con tus amigos o familia, mientras los niños juegan y corren en la plaza del Buen Pastor.
Como todos los finales, el toque dulce se hace esperar. Su propuesta incluye una cuidada selección de postres como la torrija de pan brioche caramelizada, helado de leche y confitura de melocotón; y ganache de chocolate y toffee salado, helado de vainilla y avellanas caramelizadas.