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Roban 1.000 kilos de alcachofas en Sant Boi de Llobregat a pocos días de la Carxofada

El evento más relevante del año de la región corre peligro tras la oleada de robos. Los agricultores exigen más vigilancia y soluciones.

A pocos días de la Carxofada -el evento más importante de la localidad-, Sant Boi de Llobregat se enfrenta a una oleada de robos que ha significado unos 1.000 kilos de alcachofas sustraídos en los últimos días. Los agricultores denuncian que la inseguridad en el Parc Agrari de Sant Boi ha alcanzado niveles insostenibles. Además del daño económico, los robos también afectan la producción, ya que muchas alcachofas eran pequeñas y habrían aumentado su valor si se hubieran dejado madurar más.

Estos hurtos suelen producirse de noche y los ladrones actúan con total impunidad, transportando los productos robados en vehículos que esperan cerca de las explotaciones. Existen tres perfiles de ladrones: quienes roban por encargo, quienes venden la mercancía de manera ilegal y quienes lo hacen para consumo propio. Según los agricultores, estos robos están organizados y los productos tienen comprador asegurado antes de ser sustraídos. Asimismo, la forma agresiva en la que arrancan las alcachofas daña las plantas, afectando a futuras cosechas y poniendo en riesgo la producción de los próximos años.

Mientras esperan el trabajo de las autoridades, los agricultores han optado por organizar rondas de vigilancia nocturnas para proteger sus cultivos. Temen que, sin medidas efectivas, el esfuerzo de todo un año se pierda en cuestión de minutos.

La alcachofa: estrella de la región

Uno de los aspectos más preocupantes es el impacto en La Carxofada, una celebración emblemática de Sant Boi de Llobregat que rinde homenaje a este producto estrella de la región. La sustracción masiva de alcachofas podría comprometer la disponibilidad del producto para el evento, afectando tanto a los agricultores como a los organizadores y asistentes.

Los agricultores exigen vigilancia y soluciones

Ante la creciente inseguridad, los agricultores exigen medidas urgentes para reforzar la vigilancia en el Parc Agrari. Actualmente, un solo vigilante resulta insuficiente para controlar las extensas explotaciones y prevenir los robos nocturnos. Entre las soluciones propuestas, piden la instalación de cámaras con sensores de lectura de matrículas para identificar los vehículos que entran y salen de las explotaciones.