Las 6 buenas razones para beber vino rosado

razones para beber vino rosado

Resulta que, para sorpresa de todos, el vino rosado es mucho más que un vino facilón de beber y muy atractivo para las mesas de verano. Son muchos los beneficios que tiene, prácticamente los mismos que sus compañeros de bodega ya mencionados, así que sólo hemos tenido que buscar seis buenas razones para consumirlo. Y las hemos encontrado.

Un rosado en la comida y en la cena, esto es lo que vas a querer (y pedir) cada vez que te sientes a hacer las dos comidas más importantes del día después de leer estas seis razones por las que merece la pena beber esta versión de vino más ligera y fresquita.

Las 6 sorprendentes razones para beber vino

Versatilidad. Un vino rosado puede tomarse con un vino, esto es, marida prácticamente con cualquier comida, pero tiene más ventajas que el blanco cuando se trata de compaginarlo con alimentos: al ser refrescante y ligero se puede entender como un refresco, a excepción de la graduación.

Las 6 sorprendentes razones para beber vino

Atemporalidad. Al poder elaborarse el vino con cualquier tipo de uva, esto hace que dispongamos de rosado los doce meses del año.

Las 6 sorprendentes razones para beber vino

Asequibilidad. Podemos encontrar rosados de todos los precios, pero por norma general ni el más alto suele ascender mucho. De todos, tintos, blancos y rosados, este último es el más asequible para todos los bolsillos.

Las 6 sorprendentes razones para beber vino

Distinción. De todos los vinos es el que más se diferencia de los demás, ya que su fecha de caducidad no sigue los mismos patrones que la de un tinto o blanco. Si con un tinto sabemos que a más edad, más calidad, con el rosado ocurre todo lo contrario: nunca debemos dejar pasar más de un año para consumirlo.

Las 6 sorprendentes razones para beber vino

Menor graduación de alcohol. Sí, el vino rosado no se acompaña de una graduación alta y eso incrementa su versatilidad al poder beberlo a cualquier hora.

Las 6 sorprendentes razones para beber vino

Sabor. El vino rosado puede llegar a ser adictivo. Y la razón no es otra que una mezcla de todos las anteriores razones: fresco, dulce, afrutado.