Tras haber conquistado la primera posición en el premio de su querida Inglaterra, en el circuito de Silverstone, Lando Norris (Brístol, Reino Unido, 25 años) desveló sus gustos gastro más íntimos a Topjaw, el medio que entrevista a todo tipo de celebridades acerca de sus lugares culinarios favoritos. Con traje y una sonrisa de oreja a oreja, el piloto de Fórmula 1 -que acababa de alzarse con la copa en el mismo circuito donde nació este deporte en 1950- respondió con humor cuando le preguntaron cuál es su bebida estrella para celebrar una pole: “¿Qué no bebo?”
Y si quisiera celebrarlo de manera más deliciosa, acudiría a su restaurante favorito en el mundo entero, que se encuentra en Amsterdam y se llama Nela, cuya carta varía cada semana ya que sus fogones y creatividad es bastante inquieta, como el propio Lando. Además, recalcó que van a abrir uno en Londres.
Asimismo, contó que para prepararse para las carreras come platos muy sencillos y ligeros durante los fines de semana, como pasta y wraps de pollo. Recetas básicas que parecen alimentar su sed de victoria, ya que esta temporada va segundo en la clasificación general con nada menos que 4 victorias y tres poles. Sin embargo, si tiene que elegir una comida guilty pleasure sería una grasienta hamburguesa.
Esta última declinación culinaria tiene mucho sentido después de saber cuál era su restaurante de confianza cuando era pequeño. La respuesta es Frankie and Benny’s, una cadena británica especializada en cocina ítalo‑americana con ambiente al estilo neoyorquino de los años cincuenta, muy conocida por sus, obviamente, hamburguesas.
Sin irse muy lejos en la línea del tiempo, Norris, íntimo amigo de uno de nuestros representantes en Fórmula 1 y smooth y spicy operator , Carlos Sainz, también confesó que su mayor antojo a la hora de la merienda era los gofres belgas de chocolate que hacía su madre, quien al igual que los dulces, también es belga.
Para finalizar, desveló que sus comidas favoritas son la italiana y la gastronomía de Texas, en las que hay montañas de pasta y hamburguesas para seguir alimentando a uno de los jóvenes prodigios detrás del volantes de uno de los deportes de más riesgo, que también de los más entretenidos.
