Cristiano Ronaldo (Funchal, Portugal, 40 años) no se ha ganado el apodo de «El Bicho» y considerado uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos -él mismo considera que es el jugador más completo, por encima de Messi-, por ciencia infusa. Al contrario, estos resultados han sido la cosecha de trabajo duro, alta disciplina y muchos sacrificios durante décadas. Su rutina diaria es un ejemplo extremo de disciplina y enfoque en rendimiento físico.
Su alimentación es uno de los jugadores más fundamentales de su cantera. De hecho está meticulosamente planificada: sigue una dieta rica en proteínas, carbohidratos integrales, frutas y verduras, evitando por completo los alimentos azucarados. Entre sus elecciones más frecuentes están el pollo, al que considera “mágico” por su alto valor nutricional, y platos típicos de su Portugal natal, como el Bacalhau à Brás -su comida favorita-. También disfruta de batidos naturales de frutas variadas, y se hidrata con bebidas deportivas con electrolitos, baja en azúcar y con vitamina B12 para combatir la fatiga.
El actual delantero del Al-Nassr consume unas seis comidas al día, cuidadosamente diseñadas para alcanzar unas 3.200 calorías, necesarias para sostener su exigente rutina física. Entrena entre tres y cuatro horas diarias, cinco veces a la semana, combinando ejercicios de fuerza, cardio y práctica futbolística específica. Pero no solo entrena con intensidad: también prioriza su recuperación mediante técnicas como la crioterapia y un descanso estructurado, que consiste en un reparto de cinco siestas a lo largo del día.
De vez en cuando, Ronaldo se permite alguna excepción. Su antojo favorito va de la mano de sus hijos: la pizza. Según el chef de la selección portuguesa, Luis Lavrador, Ronaldo también tiene debilidad por el pescado fresco, una constante en sus menús. Y si alguna vez come fuera, su elección suele ser carne magra y ensalada.
Detrás de su férrea disciplina también hay una motivación personal. La temprana muerte de su padre por problemas con el alcohol dejó una profunda huella en el jugador. Su madre, Dolores, afirma que esa experiencia marcó su rechazo a los vicios. “No fuma ni bebe. Su adicción es el fútbol”, asegura.
El menú diario de «El Bicho»
Desayuno: una selección de quesos y distintos jamones, además de yogurt para acompañar.
Snack de mediamañana: una sabrosa tostada de aguacate.
Comida: constituye de una partida doble de comidas. La primera comida comienza con una ensalada de pollo y la segunda, con un pescado acompañado de ensalada, huevos y aceitunas.
Cena: igual que la comida, dos veces. En ambas, varía entre pescado, carne o pollo.
