A diferencia del Dr. Nowzaradan de la versión original, los médicos en México tienen su propio método. La Dra. Patricia desafía a los pacientes a una primera y crucial prueba: bajar entre 10 y 25 kilos en un tiempo límite. Para muchos, como Luis Torres, con 250 kilos y la meta de perder 20, este reto parece casi imposible. «El cielo, el corazón y la sangre se me fueron para el suelo», confiesa Luis, evidenciando el miedo y la ansiedad que genera el cambio.
El mayor desafío no es solo dejar de comer lo que les gusta, como las tortillas, el pan dulce o los refrescos (bebida que los mexicanos consumen en grandes cantidades). El problema es que toda la familia come lo mismo. Así, la dieta se convierte en una batalla constante contra la tentación.
Un compromiso familiar
La serie destaca que el camino hacia una vida más sana no es solo individual. Las parejas, los hijos y los hermanos juegan un papel clave. Pueden ser un apoyo fundamental o, sin querer, convertirse en un obstáculo. Si bien muchos animan a los participantes, la presencia de comida tentadora en la mesa hace que el régimen sea aún más difícil.
A través de vídeos caseros, los protagonistas expresan su frustración por la falta de solidaridad. La tensión y el sufrimiento son constantes, pero el plato de los pacientes se llena de ensaladas y frutas, una señal de su esfuerzo.
La atracción y la cirugía
Un aspecto conmovedor que aborda la serie es cómo el cambio físico afecta las relaciones de pareja. En un momento, una amiga de uno de los participantes cuestiona si su pareja lo seguirá queriendo si pierde peso, ya que su «tamaño» era una de las razones de la atracción inicial. Estas preguntas revelan la complejidad de la autoestima y las relaciones en el proceso de cambio.
Si los pacientes logran cumplir con la meta de peso inicial, obtienen la ansiada cita para un bypass gástrico. Esta cirugía reduce el tamaño del estómago y la sensación de hambre, marcando un antes y un después en sus vidas.
El contraste cultural
«Kilos Mortales México» no es una simple copia de la versión estadounidense. Refleja las diferencias culturales en las dietas y los hábitos. Los espectadores pueden ver cómo la vida en México, con sus comidas y rutinas específicas, presenta retos únicos en la lucha contra la obesidad. La serie es un recordatorio de que la obesidad es un problema de salud pública grave en México, donde, según las encuestas, una gran parte de la población adulta vive con sobrepeso u obesidad. El programa nos enseña que el éxito es un esfuerzo de equipo, donde el apoyo familiar es tan crucial como la fuerza de voluntad del protagonista.
