Que Santi Rodríguez (Málaga, 1965) es un genio del humor no es ningún secreto. Desde bien pequeño tuvo claro que lo suyo era la interpretación y, poco después, descubrió que sobresalía concretamente en el mundillo de la comedia. Hemos podido verle y escucharle tanto en teatro, como en televisión, radio o cine… y eso ha provocado que hoy, con más de 30 años en el mundo del espectáculo a sus espaldas, sea de sobra conocido por el gran público.
Su carrera profesional comenzó cuando tenía tan solo 19 años. El éxito y la fama le encontraron cuando encarnó al inolvidable frutero de la serie 7 Vidas. ¿Cómo olvidarlo? Además, sus numerosos monólogos en El Club de la Comedia han dejado entrever, y durante mucho tiempo, su versatilidad artística.
De la misma manera, algunos podrán recordarle dando vida a uno de los personajes principales de la serie Gym Tony. O por la buena acogida que han tenido durante una década sus dos montajes de stand up A mí que me registren y Como en la casa de uno…en ningún sitio.
Su último proyecto
Lejos de dormirse en los laureles, el artista ha conseguido superarse una vez más. Y es que actualmente se encuentra de gira por España, presentando su último y revolucionario montaje escénico: Infarto ¡No vayas a la luz! Es una comedia basada en hechos reales… Para ser más exactos, los suyos.
Un show donde, en base de comedia (claro), relata la experiencia que vivió en 2017, cuando el día de su cumpleaños sufrió un infarto. En ese momento, él tomó la decisión de aprender de ello… y de aprovechar la segunda oportunidad que le ha dado la vida. Todo siempre con mucho ingenio y brillantez.
Descrito así, parece prácticamente imposible que al simpático Santi Rodríguez haya algo que le saque de quicio. Pero no. Sí lo hay. Y a nosotros nos lo ha contado.