Los caminos por los que los referentes de la juventud actual llegan a su destinatario son muy diferentes a los que solían emplearse hasta hace, quizá, diez años… Su nombre real es Emilio Roca Cáceres (Las Palmas de Gran Canaria, 2000), pero se le conoce artísticamente como Lucho RK, y comenzó a despuntar hace tres años dentro de la llamada música urbana española, esa que combina elementos de rap, trap y reguetón y que tiene como figuras más destacadas a Rels B, C. Tangana, Quevedo u Omar Montes.
Aunque lleva menos tiempo que ellos en la palestra, Lucho ya es una de las figuras emergentes del género. Y aunque apenas le hayamos visto en televisiones de alcance nacional u oído en emisoras convencionales –y sean muy pocas las noticias sobre él que hemos podido leer en periódicos o revistas de papel–, existe, ¡vaya que si existe! Y triunfa. Sus canciones tienen millones de escuchas en plataformas digitales como Spotify, su nombre circula por las redes sociales a velocidades que asombran tanto a los boomers como a los de la generación X y es uno de los nombres fundamentales de los festivales que se celebran tanto en España como en Latinoamérica… aunque este verano no se haya prodigado tanto en los escenarios. La razón no es otra que la intensidad con la que está afrontando su proyecto más ambicioso: la grabación de su primer álbum, algo que podría resultar chocante, pero que en el cambiante mundo actual, en el que los éxitos se producen single a single, canción a canción, no lo es.
“Vivimos una época en la que el consumo de música va muy rápido y uno tiene que estar ahí todos los meses –explica–, porque si no la gente, desgraciadamente, se olvida. Pero yo sé que los álbumes son lo que consolida a un artista y lo que lo hace implantar raíces en la gente que te escucha de verdad y no en la que siente curiosidad por una canción pero después se olvida de ti. Un álbum tiene que ser un proyecto con cohesión, con un hilo conductor, que haga que tenga una misma vibra. Hay mucha gente que simplemente coge quince canciones, las junta y lo saca… Es respetable, pero ese no es mi camino”.
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