Reportajes

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

El fraude de alimentos está extendido por todo el mundo y son muchas las opciones que se llegan a nuestra mesa muy adulteradas, tanto, que llamar a esos alimentos con el nombre con el que los conocemos comúnmente es faltar seriamente a la verdad. Pero, ¿sabes cuáles son esos seis alimentos tan susceptibles de fraudes, adulteraciones y manipulaciones? Tapas se los descubre.

En el simposio FoodLegal sobre importaciones y exportaciones celebrado en Sidney, Australia, se dieron a conocer los alimentos considerado como fraudulentos.

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

Aunque para nosotros sea de uso diario, básico e indispensable, la leche es uno de los productos más susceptibles de falsificación, sobre todo en Asia donde el producto final es agua con un mínimo porcentaje de leche.

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

También en los mercados asiáticos se adultera mucho el arroz, su grano, con resinas y otros productos. En Europa hay mucho fraude entre el arroz y el risotto.

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

El actual y cada vez más demandado interés por el té ha abierto un amplio abanico de imitaciones en el mercado donde nos dan té de bajísima calidad como si fuera el auténtico traído de las plantaciones.

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

La carne de wagyu es uno de los alimentos más fraudulentos ya que la mayoría de carne que llega a nuestros mercado no corresponde a este tipo sino a carnes convencionales.

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

La miel se cotiza a precio de oro, así que para abaratar sus precios también han tenido que caer en la tentación de la mezcla de mieles de malas y mediocres calidades para conseguir venderla. La mayoría de estas mieles proceden de China.

Seis alimentos considerados un fraude en todo el mundo

Algunas especias, como el azafrán, tienen un gran imán en las adulteraciones: el mayor porcentaje de esta especia no proceden de rincones exclusivos de nuestros país, como nos hacen ver, sino de plantaciones de otros continentes.