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¿Se puede comer la crítica social?

¿Se puede comer la crítica social

Se llama Alessio Franceschetto , es un joven artista y diseñador visual afincado en Londres, ha trabajado para Paul Smith y asegura que en la crítica social encuentra la fuente de inspiración necesaria para crear elaboraciones  comestible empleando iconos de la cultura pop.

¿Increíble? No, heroico.

¿Una cajetilla de tabaco con nubes de chuchería simulando cigarrillos? Sí si Franceschetto está detrás de la invención.

¿Se puede comer la crítica social?

Otro símbolo de crítica social es el peso y la controversia que se genera por tener una u otra talla de pantalón. De manera que, qué mejor que recurrir a las tortitas de arroz para crear una báscula.

¿Se puede comer la crítica social?

Si hay algo que mueva masas y modas es la fotografía. Ahora cualquier usuario de aplicaciones como Instagram ya se cree un profesional de la cámara, así que, di Cheese!

¿Se puede comer la crítica social?

Hasta el amor recibe críticas. Cuando se quiere y cuando no. Un corazón es el icono más representativo de dicha crítica, y si viene con sabor a pizza, mejor.

¿Se puede comer la crítica social?

¿Y la moda? ¿Cuántas veces la moda y las tendencias han sido objeto de obsesión? Más de las que recordamos. Puede que un bolso hecho con salchichas sea una manera graciosa de tratar el tema.

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