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La historia del hombre que vivió 107 años comiendo palomitas y bebiendo cerveza

El 11 de mayo, Jack Coe celebró su 107 cumpleaños con un pastel de palomitas de maíz dulces y cerveza sin alcohol. Dos días después, falleció. Era el hombre más longevo de Nueva Zelanda.
Vivir 107 años

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La de Jack Coe es una de esas historias que podrían inspirar una película. Nació en una tienda de campaña en Gorton St. Bulls el 11 de mayo de 1916, en plena Guerra Mundial, y vivió prácticamente toda su vida -hasta los 107 años- en las ciudades neozelandesas de Marton y Bulls. Durante la Segunda Guerra Mundial, terminó defendiendo una base de la Fuerza Aérea estadounidense en Nueva Caledonia, y fue miembro vitalicio de la Marton RSA (que apoya a los veteranos de Nueva Zelanda).

El jueves celebró su 107 cumpleaños con una tarjeta de cumpleaños del rey Carlos, un trozo de pastel de palomitas con caramelo y una cerveza sin alcohol junto a familiares, amigos y otros residentes en St. John Wood Care Center and Village (Taupo). El NZ Herald se hizo eco de su celebración como el hombre más longevo de Nueva Zelanda, y miles de personas le felicitaron y desearon lo mejor en su día (algunas de ellas a través de este post de Instagram).

El menú de la eterna juventud

“¿Cuál será el secreto para vivir más de 100 años?”, se preguntaban. Y Coe confesó su curioso ‘elixir’ para la eterna juventud: las palomitas con caramelo y la cerveza. “Tenía un gran huerto y siempre comía vegetales de cosecha propia”, añadió al ‘menú’ su hijo, Peter Coe, quien también reveló que su padre tomaba un complejo multivitamínico.

Hasta hace unos meses, Jack vivía en su propia casa en Marton -que construyó junto a su esposa Thora en 1950-; pero se había mudado a Taupo debido a su salud, que había empeorado, y para estar más cerca de su hijo. Según el NZ Herald, hasta entonces vivía de forma independiente, recogía su propia leña y caminaba a diario hasta la ciudad de Marton para tomar una taza de café con galletas. Tenía un negocio de pintura y decoración, y le encantaba pescar y cazar, actividades que siguió practicando hasta los 100 años.

De hecho, el día de su cumpleaños solo lamentó no haber podido salir a pescar. Dos días después de soplar las velas de su pastel de palomitas con caramelo, Jack Coe falleció. La bandera todavía ondea a media asta en Marton RSA.