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Estos bares, coctelerías o restaurantes se han cristalizado en el núcleo de la escena madrileña como los grandes imprescindibles en los que ver y ser visto durante MBFWM.
Hacemos un recorrido superficial por todos esos enclaves para subir al estrado su propuesta gastronómica y los códigos estéticos que les representan como instituciones de la moda y del arte. Desde una neo-taberna hasta las aperturas más efervescentes: estos son los locales en los que evadirse entre el frenetismo dictado por los desfiles.
Chinchín
Esta coctelería, regentada por Laura Vandall y Edgar Kerri, deslumbra en la escena nocturna como el punto de encuentro para las previas del miércoles al domingo.
Entre elementos de interiorismo enfundados en el lujo clásico, como lámparas de terciopelo rojo, destellos de cristalería y un tapiz gatuno recubriendo los techos, paredes y muebles del lugar, Chinchín ofrece una carta variada de cócteles y bebidas espirituosas que diluyen desde el clásico Margarita o el Moscow Mule, hasta el Pisco Shower o Negroni. Un concepto que acaba de glorificarse a través de la proyección de sonidos variados que abarcan desde la electrocumbia hasta los boleros, cerrando el círculo creativo que lo representa.
¿Dónde? C. Andrés Borrego, 8.
Ikigai Velázquez
Ikigai se erige como un espacio gastronómico de referencia nacional, dirigido por el chef Yong Wu Nagahira dentro de una especie de iglú de diseño que nos traslada a un apartamento neoyorquino de los años 80.
Nagahira despliega allí su propuesta japonesa hedonista al servicio de la técnica a través de elaboraciones como su tempura de verduras, sus afamados nigiris de haachi o de vieira con foie; que maridar con su carta de vinos con más de 175 referencias y 25 propuestas diferentes de sake.
¿Dónde? C. de Velázquez, 136, Chamartín.
Ultramarines del Coso
Esta neo-taberna del grupo LaMucca se instaló hace muy poco tiempo en Malasaña para darle un giro subversivo al escenario culinario a través de su elevada estética inspirada en los tradicionales ultramarinos y su visión de la cocina escandinava contemporánea.
El chef sueco Andy Boman sirve tanto en su barra central como en sus mesas interpretaciones castizas como las gildas ahumadas, los funky callos o los smoked panceta, junto a platos inspirados en sus viajes por el mundo, como el ssam de oreja thai crujiente con nam prink, que combinar con un delicioso vermut sea la hora que sea.
¿Dónde? C. de San Joaquín, 16.
La Estrella
La devoción que siente la comunidad creativa de la capital por la propuesta líquida y la estética de Chinchín, orbita asimismo en torno a esta coctelería, ideada por sus mismos propietarios, que enfundan este espacio de belleza, terciopelo azul y obras de arte eclécticas.
En medio de esa atmósfera nocturna, brillan todas las estrellas creativas que acuden, así como su carta sólida diseñada por Giacomo Moroni con entrantes y platos de pizzas, gildas y cócteles que diluyen infinidad de mezclas y sabores.
LOS 33
El acogedor restaurante ‘Los 33‘, iluminado por el fuego y las velas, entre vigas de madera y estanterías con vinilos, es el proyecto de los ideólogos del icónico asador Charrúa y los chicos de El Viajero, materializado en un bar de diseño con mesas altas para picoteo y en un restaurante especializado en el arte de las brasas en el que conseguir mesa es prácticamente imposible.
En su escenario conviven diferentes escenas a lo largo del día: desde gente compartiendo un café, hasta citas románticas disfrutando de un bikini y un Martini.
Gilda Haus
Gilda Haus es el proyecto emergente de las fundadoras de La Gildería, Yajaira Malavé y Cristina Bonaga, que ya ha generado una especie de culto intergeneracional en Madrid. Un espacio en el que beber y bailar desde el aperitivo hasta la madrugada.
En su barra o sus mesas metálicas se puede disfrutar de un vermut o cóctel de autor diseñado por Carlos de Marrufo, maridado con algunas de las doce versiones distintas de gildas, sus molletes o sándwiches con dj sets con los que bailar hasta bien adentrada la noche sobre su moqueta naranja y su espacio esteta ideado por Codoo Studio.
¿Dónde? C. de San Mateo, 6.
Farah
Tras unos años orquestando cenas clandestinas en casa, Heba Kharouf abrió su propio restaurante árabe en La Latina: un enclave culinario que ha eclipsado a infinidad de comensales que pasan ahora por sus mesas.
En su espacio que evoca el interiorismo de las casas árabes, presenta una carta de inspiración mediterránea con platos frescos y reinterpretaciones modernas de la cocina tradicional a través de platos como la lubina salvaje con tahini o los gamones a la plancha marinados en comino, vinagre y hojuelas de chile.
¿Dónde? Carrera de San Francisco, 12.
Bar Trafalgar
El Bar Trafalgar es la taberna vanguardista en la que sus cócteles de autor y sus tapas virales conforman una especie de ritual de moda en torno a una barra circular y una mesa de billar.
En este bar podrás disfrutar de platos castizos reinterpretados como una ensaladilla rusa o unas croquetas de jamón de bellota, y acompañarlos con una serie de bebidas espirituosas como un Pisco Sour o un Margarita.
¿Dónde? C. de Alburquerque, 14.
Dani Brasserie
La última parada de este desfile, y no por ello menos importante, es en el cielo. Exactamente en la Brasserie de Dani García, un lugar en el que la gastronomía y el diseño se funden en lo alto del hotel Four Seasons.
En su exclusiva azotea con vistas panorámicas a la ciudad se pueden degustar ahora los emblemáticos ‘Mediodías de Dani’: un nuevo concepto ‘1 día un plato icónico’ del chef con un delicioso menú por 35€ inspirado en la cocina mediterránea.
Esta carta especial cuenta con elaboraciones estrella como la merluza crochet, el tartar de atún rojo y stracciatella, el solomillo de atún a la brasa o sus deliciosos postres como el tout chocolat o los crepes suzette flambeados en mesa.
¿Dónde? C. de Sevilla, 3.
