Gastro

La guía definitiva de bares de vinos naturales en Madrid

Presentamos una selección de ‘wine bars’ especializados en la tendencia líquida.

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Todos estos bares encumbran la moda del vino natural desde sus espacios dedicados a este arte vinícola basado en la mínima intervención del producto. Pero, antes de desplegar la ruta, ¿qué es exactamente el vino natural?

Se trata de un concepto ligeramente ambiguo, pero el consenso defiende que el vino natural es aquel en el que se ha intervenido químicamente lo mínimo posible tanto en el viñedo como en bodega, sin filtrado o maquinaria de lujo, así como sin sulfitos añadidos.

La moda del vino natural empezó en Francia en los años 90 de la mano de un club de bacanales que empezó a abrir bares de vinos ecológicos poco convencionales en todo París. Ahora la ciudad cuenta con cientos de ellos, y aunque en Madrid haya muchos menos, se trata de una tendencia que se está extendiendo, sobre todo, entre las nuevas generaciones y/o las comunidades artísticas y creativas de la capital.

GOTA

Este bar dedicado al vino natural, del creador de Acid Bakehouse, Fede Graciano, se ha convertido en uno de los más destacados de la escena madrileña, tanto por su propuesta, como por su diseño y su ambiente musical.

Desde sus mesas de madera iluminadas bajo luces tenues, GOTA sirve más de 200 referencias por botella con el 70% de etiquetas internacionales que exportan de otros países para obsequiar a los comensales, junto a platos de alta calidad diseñados por su chef italiano Cadu; los cuales evolucionan dependiendo de la temporada. Aunque algunos de los favoritos son la panzanella, los ravioli o el crudo de atún, todos elaborados de manera artesanal.

¿Dónde? En Calle de Prim, 5 (Barrio de Justicia).

FUN FUN

FUN FUN se establece como una oda líquida al vino natural nacional, que, desde 2021, lleva divirtiendo a los visitantes que deciden adentrarse en su universo.

En su interior, que evoca acogedor y ecléctico living room repleto de arte, su creadora Antonella Burton, junto a Bernardo Bongiovanni y Mariano Amor de La Santoría, despliegan una gran selección de vinos naturales con más de una decena de etiquetas provenientes de pequeñas bodegas estructuradas en torno a 5 categorías: rojos, blancos, rosados, naranjas (vino de uva blanca cuyo mosto ha macerado sin retirar la piel) y burbujas.

¿Dónde? Calle de Don Pedro, 20.

BATCH

En el Mercado de Vallehermoso se encuentra esta tienda-degustación co-dirigida por Nacho García y Daniel Vare que, entre sus fermentados, kimchis o chucruts, los vinos naturales se encumbran como su gran atractivo.

Desde diciembre de 2020, el dúo lleva democratizando los vinos naturales, que proponen junto a la propuesta de su cocinero con influencias parisinas Daniel Varea. Sus productos de temporada y de cercanía se diluyen así en un mismo maridaje con vinos ecológicos y naturales internacionales que abarcan desde la Sierra de Madrid hasta Georgia, Francia o la República Checa.

¿Dónde? Calle de Vallehermoso, 36.

LA CANÍBAL

La Caníbal se presenta como otro de los bares madrileños en los que saciar la sed de vino natural. Un vibrante espacio fundado por Javier Vázquez que impregna en él un marcado sello gallego a través de elaboraciones a la parrilla, bocatas o aperitivos con los que acompañar sus vinos elaborados a través de la fermentación de la propia uva.

La selección de vinos de La Caníbal incluye algunas referencias de vinos que no se venden al público abiertamente, sino que se elaboran de manera exclusiva para sitios como este como un tempranillo de Toledo de Julián Ruiz o un sauvignon blanc de Daniel Ramos, de Ávila.

¿Dónde? Calle de Argumosa, 28.

LA FISNA

Esta boutique de vino, en la que se llevan asimismo a cabo catas vinícolas, cuenta con una sencilla carta de embutidos y otras elaboraciones como pimientos asados con caballa que acompañan su tributo a la cultura enológica a través de un fuerte enfoque en los vinos de jerez, en las borgoñas y champagnes de pequeños productores; los cuales van cambiando constantemente.

En su expositor coexisten unas 600 botellas conectadas por una filosofía: la mínima intervención destinada a paladares curiosos que busquen algo diferente a lo habital en cada trago.

¿Dónde? Calle del Amparo, 91.