Gastro

Estas son las mejores torrijas para disfrutar esta Semana Santa, incluida la XO de Dabiz Muñoz

Clásicas, modernas, con leche o crema, fritas en aceite, caramelizadas... La temporada del dulce típico por antonomasia de estas fechas acaba de arrancar.
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Torrijas de La Duquesita (Madrid).

La temporada de torrijas, el dulce típico por antonomasia de la Semana Santa, acaba de arrancar. Las hay clásicas, algo más modernas, con leche o crema, fritas en aceite o caramelizadas… de todos los colores y sabores, vaya. Aquí, en este artículo, algunas de las más demandadas en estas fiestas en las pastelerías españolas. No pierdas ripio.

Torrijas XO (España)

Dabiz Muñoz lo ha vuelto a hacer: tras sus ya famosos roscones de Reyes (2020, 2021) y esos cuatro turrones que se agotaron nada más salir a la venta, ahora el reputado chef nos sorprende con sus primeras torrijas, bautizadas, cómo no, bajo el sello XO. Están hechas con un pan tipo brioche que se infusiona en leche, vainilla Bourbon y miso blanco y después se pasa por huevo y se fríe. Y se sirven acompañadas de dos salsas: una de chocolate con moles y especias mexicanas y otra de nata con lima y limón. Pueden adquirirse en El Club del Gourmet de El Corte Inglés.

La Mallorquina (Madrid)

Icono de la Puerta del Sol, ubicación envidiable donde las haya, cuenta con un amplio bagaje (más de 100 años a sus espaldas). Y sus clásicas torrijas, también. En su propio obrador elaboran un brioche exclusivo, cuyas rebanadas cortan a mano y bañan en leche aromatizada con canela y ralladura de limón natural. Y una vez fritas las cubren con azúcar y canela de Ceilán.

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Dulce Ángel (Granada)

A pesar de no ser de los más clásicos ni centenarios, como pueden ser El Sol o López-Mezquita, este obrador ubicado en pleno centro de la ciudad las prepara de pionono y canela, al vino de Málaga con pionono y torrija brioche con azúcar y canela. Y son muchos los usuarios que coinciden en que sus pasos para alcanzar esa veteranía de la que hablábamos líneas arriba se notan.

La Duquesita (Madrid)

Oriol Balaguer, el maestro pastelero que regenta la centenaria confitería dede finales de 2015, mantiene la receta original y presenta su propuesta con pan artesanal de masa brioche que infusiona con leche y especias. Después se rebozan en huevo, se fríen y se bañan en azúcar y canela. Una propuesta con aroma de naranja y limón que también se puede disfrutar en el nuevo salón de té de la bombonería, ubicado en el local aledaño.

Nava (Zaragoza)

La capital aragonesa puede presumir de albergar una de las pastelerías más premiadas por sus torrijas. En este obrador las producen con bollo y no con pan y las fríen a diario durante toda la Semana Santa. Además, otros dulces típicos ocupan sus escaparates: monas de pascua, huevos de chocolate y culecas de uno, dos o tres huevos cocidos.

Mallorca (Madrid)

Con más de 90 años de trayectoria, esta empresa familiar lleva apostando desde su nacimiento por la estacionalidad de los productos: a su equipo le encanta asociar sabores y olores a las diferentes épocas del año. Y claro, esta temporada no podían faltar sus jugosas torrijas. Aquí conservan la receta de siempre, la de toda la vida en casa de la familia Moreno, y se pueden comprar en dos tamaños diferentes, tanto en sus tiendas físicas como online.

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La Cubana (Badajoz)

Fundada en 1890, esta pastelería sobresale durante todo el año por sus bollitos de leche o su tarta de yema. Pero cuando llega la Semana Santa, como no podía ser de otra manera, las torrijas se convierten en las grandes protagonistas. Las hacen siguiendo la receta más tradicional y pintándolas con miel.

Nunos (Madrid)

José Fernández, maestro pastelero con numerosos premios bajo sus brazos (Mejor Torrija Tradicional de Madrid 2017, Premio Soria Gastronómica 2016…) y propietario de esta confitería cercana al Retiro, combina las tendencias vanguardistas con las tradicionales. Y, además, actualiza todos los años su colección de dulces de temporada: huesos de santo, buñuelos, roscones… y, cómo no, torrijas. Para las de 2022 ha apostado por el pan sin levadura y las verduras amargas, lo que se traduce en siete torrijas elaboradas con panes de vegetales y combinadas con sabores dulces y en formato bocado. Por ejemplo, de pan de espinacas relleno de praliné y piñones bañada con leche; de remolacha bañada en escabeche de remolacha y frambuesa… Y también tradicionales, claro.

Mifer (Madrid)

Tras hacerse hace un par de semanas con el título a la Mejor torrija tradicional de la capital, en el concurso organizado por la Asociación de Empresarios Artesanos del sector Pastelería de Madrid, las preparan de tres tipos: de vino, clásica de leche y otra más pequeña que coronan con crema catalana. Pero la que se lleva la palma es la tradicional, elaborada con pan de masa madre de panettone y mojada en leche, nata, canela, azúcar, limón, naranja y vainilla. Por último, no falta, obviamente, ni azúcar ni canela.