Toma Nota

Esta puede ser la razón por la que no adelgazas

Photo by Garin Chadwick

El refranero español es muy sabio, y aquello de «Sentar como un jarro de agua fría» es una buena explicación para entender qué le ocurre al estomago cuando introducimos algo frío mientras él intenta digerir los alimentos.

El estómago es la parte del cuerpo encargada de cocinar la comida que ingerimos, y más tarde, ya transformada, pasa al intestino. Para que este proceso se realice de forma satisfactoria hay una característica que es vital: la temperatura.

La temperatura interna de nuestro cuerpo siempre es unos grados superior a la externa. Por eso, el estomago necesita calentar la comida e igualarla al calor de tu barriga, para que de esta manera, la descomposición de los alimentos sea más fácil y el intestino trabaje correctamente.

Sin embargo, si bebes agua o un refresco frío durante ese proceso, harás que se pare el trabajo y que el estómago tenga que esperar. Cuando se interrumpe el trabajo del estómago pueden suceder dos cosas: que el estómago mande la comida mal digerida al intestino o, por el contrario, que este tenga que esperar a coger temperatura, esto provoca que los alimentos fermenten y que tu tripa se hinche con sensación de malestar. Además, no sólo enfrían tu estómago las bebidas, sino también otros alimentos no calientes como ensaladas, helados, fruta o yogures.

Esto no significa que los alientos fríos o crudos sean malos, si no que no hay que excederse porque es importante mantener la temperatura de la digestión. Las personas con tendencia a engordar en la parte más baja del cuerpo son las más perjudicada con los alimentos fríos. Su metabolismo suele ser lento, y si lo ralentizas abusando de comidas no calientes, esto vendrá acompañado de retención de líquido, celulitis, hinchazón…

¿Quieres subir la temperatura a tus comidas? Aquí van algunos trucos que facilitarán tu digestión:

  • Si te has pasado con el frío, opta por terminar tus comidas con una bebida
    caliente, como una infusión o un café.
  • Condimenta los alimentos. Dale un extra de calor a tus platos, por ejemplo, aliña con
    pimienta las ensaladas o añade canela al yogur.
  • El orden de los factores es importante: del más frío al más caliente. Es decir, toma
    primero el plato más refrescante y deja los de temperaturas elevadas para el final.