Gastro

Así es Foxface Natural, el restaurante abierto por dos ingenieros de software (e inspirado en Casa Labra) que revoluciona Nueva York

Foxface Natural es un espacio que huye de la rutina y que busca hacer algo diferente... y que se ha inspirado en Casa Labra

Hace apenas unos meses que se abrió este restaurante en Nueva York. Sivan Laht y Ori Kushnir, dos ingenieros de software, se unieron con el chef David Santos, con experiencia en otros restaurantes, para crear este lugar. Foxface Natural es un espacio que huye de la rutina y que busca hacer algo diferente.

Eso sí, ninguno de los dos dueños son expertos en este mundillo. Su única experiencia con la gastronomía, fue cuando participaron en foros de internet en los albores de internet. Su trabajo real es la informática, crearon una startup que gestionaba un software de compraventa de acciones. Ganaron lo suficiente para tener seguridad financiera.

Así que, un día su casero, sabiendo que les encataba la cocina, les ofreció un comercio que tenía libre. Ellos ya habían valorado la opción anteriormente. Así que se decidieron a montarlo. El primer negocio fue una tienda de sándwiches: «Foxface Sandwiches». Y con aquel negocio, se ganaron al público gracias a las fusión de sabores, como osobuco o corazón de bisonte con tahini.

En 2019 decidieron darle un vuelco al negocio. Su idea era convertirlo en una tienda, pero finalmente llegó el COVID y frenó todo. Cuando se levantaron las restricciones se decidieron a hacer un restaurante. Su trabajo anterior y lo que pudieron ahorrar les permitió hacer lo que querían: innovar.

Con una inspiración española

Y para tomar inspiración, se fijaron en un restaurante madrileño: Casa Labra. De hecho, en su Instagram puede leerse un post en el que destacan el restaurante madrileño como una «institución» y afirman que se han fijado en ellos: «Nos ha inspirado», reza la publicación.

Si abres su carta podrás encontrar pocas cosas convencionales. Uno de sus platos estrella es la cabra Boer ahumada y servida en un pan de pita. También hay atún rojo confitado con lengua de cerdo en una salsa de tonnato.

La pareja compra directamente el producto de los proveedores, sin intermediarios, lo que les permite buscar la mejor calidad.