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Qué tiene este restaurante de Bristol para ser el sin estrella con más lista de espera

¿Estarías dispuesto a esperar 4 años para poder probar un restaurante? Este es el tiempo de espera para poder probar una histórica taberna de Bristol.

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Seguro que muchas veces te ha pasado eso de querer cenar en un restaurante y que no haya disponibilidad; o tener que hacer la reserva con semanas de antelación. Es algo habitual en restaurantes prestigiosos, que cuenten con varias estrellas y menús de precios elevados. Pero, ¿si te decimos que el restaurante con más lista de espera del mundo es una pequeña taberna ubicada en Bristol, con un ticket medio de 40 €? ¿Estarías dispuesto a esperar nada más y nada menos que cuatro años?

El solicitado restaurante se llama The Bank Tavern y está ubicado en pleno centro de Bristol, al sudoeste de Inglaterra. Esta pequeña taberna lleva abierta desde 1800 y ha vivido todo tipo de acontecimientos: desde dos guerras mundiales hasta numerosos disturbios y crisis económicas. Ellos mismos se autodenominan como «un pequeño pub con un gran corazón». Y probablemente ese sea el secreto de su gran éxito.

En las redes sociales de la propia taberna publicaron con humor una reserva de dos amigas que, tras tres años y medio, pudieron disfrutar del preciado asado de los domingos.

Su propuesta más popular y solicitada es el menú Sunday Roast, un asado dominical que suele incluir una tapa de ternera curada en seco durante 30 días y panceta de cerdo cocinada a fuego lento. También viene con entrantes como las bolas de calamar griego con yogur de menta y salsa de tomate, y de postre, delicias como la panna cotta de yogur de frambuesa y bizcocho de grosella espinosa. El precio ronda los 25,5 € si eliges dos platos y 31,5 €, el menú completo. Todo esto viene avalado por el reconocimiento que obtuvieron en los Observer Food Monthly Awards 2019 como el mejor Sunday Lunch de Bristol.

Según comentó Sam Gregory, propietario del local, en una entrevista con The Guardian, el secreto de su éxito es ofrecer productos de calidad y proximidad manteniendo un precio razonable para la gente de la zona, porque nunca quiso que «el precio fuera una barrera para la buena comida». Sólo sirve unas 160 cenas a la semana.