Seguir a tu equipo favorito no es solo ver un partido: es vivirlo. Es gritar un gol junto a tus amigos, compartir las victorias y las derrotas, disfrutar incluso de momentos de quejas juntos, vivir la dramatización del deporte que siempre termina en sonrisas.Al final es sentirse parte de algo más grande. En Madrid, esa experiencia se multiplica en los sport bars, lugares donde la pasión por el fútbol se mezcla con buena comida, bebida y un ambiente que hace que cada partido se sienta único.
Los sport bars cumplen un rol esencial: no solo proyectan los encuentros en pantallas gigantes, sino que crean comunidad. Muy a menudo, en los bares deportivos, además de hacer nuevas amistades, se reúnen grupos numerosos de extranjeros que viven en el extranjero. Se recrean las costumbres típicas de los países de origen, en definitiva, uno se siente como en casa. Son puntos de encuentro donde se celebra la rivalidad sana, se comentan las jugadas, se organizan apuestas amistosas y, sobre todo, se disfruta del deporte en compañía. La experiencia de ver tu equipo jugar se transforma en un ritual social, donde la cerveza, los aperitivos y la charla con otros fans son parte del juego.
Si quieres combinar buena comida, bebida y pasión futbolera, estos son algunos de los locales imprescindibles en Madrid:
La Fontana de Oro
es uno de esos lugares de Madrid que parecen detener el tiempo. Lo que hoy es un bar lleno de vida y partidos de fútbol en pantalla, en el siglo XIX y principios del XX fue un café de tertulias donde se cruzaban artistas, políticos y escritores. Entre ellos, Benito Pérez Galdós, quien no solo lo frecuentaba, sino que lo inmortalizó en su primera novela, que lleva el mismo nombre del local y se publicó en 1870. Entrar en La Fontana de Oro es como pasear por un museo con alma de bar. Cada rincón tiene su historia: fotos antiguas, botellas alineadas en estanterías, retratos de personajes ilustres, libros que parecen susurrar secretos, farolas, estatuas y hasta una moto colgando del techo. La planta baja sorprende con un aire medieval, decorada con escudos, armas y armaduras que le dan un toque de fantasía y aventura.
Por la noche, el bar se transforma. Se encienden las pantallas para los partidos, y la emoción de cada gol se mezcla con la música en directo: conciertos de rock, pop, soul o blues, sesiones de DJ y jam sessions que llenan el espacio de energía.
Café des Sports
Situado en el corazón de Latina, exactamente en la Plaza Cascorro, el Café des Sport es un bar de dos plantas. Si la parte superior puede parecer tranquila y acogedora, en la sala inferior el bar se transforma en una curva de estadio. A menudo se proyectan partidos de la Liga francesa y del PSG con un numeroso grupo de personas que apoyan al equipo de la capital francesa. Un clásico para los que buscan un bar donde el deporte y la gastronomía vayan de la mano. Las tapas son abundantes y deliciosas, desde patatas bravas hasta tablas de embutidos, y se sirven justo a tiempo para no perderse ningún momento del partido.
Parthenope Cocktail Bar
En la calle Vallhermoso 41, es mucho más que un bar para ver fútbol: es un pedazo de Nápoles en Madrid. Pantallas gigantes, retransmisiones de los partidos y un ambiente lleno de pasión se combinan con una cocina italiana de primera, reinterpretada con un toque moderno. Aquí puedes saborear desde una suculenta parmigiana de berenjenas hasta croquetas, crujientes taralli o las clásicas tortitas napolitanas, perfectas para acompañar la emoción de cada encuentro. El nombre del bar rinde homenaje a la ciudad de Nápoles, y no es casualidad que se haya convertido en el epicentro del club de fans del Nápoles en Madrid. Durante los partidos, el local se llena de cánticos napolitanos, folclore y un ambiente que hierve con cada gol. Y, como colofón, no puede faltar un aperol spritz, uno de los más aclamados de la ciudad, que acompaña a la perfección la comida y la pasión futbolera.
En Parthenope, cada partido se vive con intensidad: buena comida, grandes pantallas y la autenticidad de un pedazo de Nápoles en pleno Madrid.
The James Joyce
El pub irlandés por excelencia, donde la combinación de pantallas, cerveza y buen ambiente es perfecta para seguir cualquier deporte. La carta incluye cervezas de barril, cócteles clásicos y una selección de platos que van desde hamburguesas hasta guisos irlandeses, ideales para acompañar un partido intenso. Aquí, los gritos de gol se mezclan con risas y charlas, haciendo que cada visita sea más que solo ver un partido: es toda una experiencia social.
LaLiga TwentyNine’s
Ideal para los fans que no quieren perderse ni un segundo de acción, LaLiga TwentyNine’s ofrece una cobertura completa de todos los partidos, con múltiples pantallas, sonido envolvente y un ambiente que hace que cada gol se sienta como en el estadio. Desde el primer minuto, el local se llena de energía, con hinchas animando, comentando jugadas y celebrando cada acierto de su equipo como si estuvieran en la grada.
Su menú está pensado para acompañar la intensidad del partido: hamburguesas jugosas, alitas picantes, nachos cargados de queso, salsas y toppings, y platos para compartir que fomentan la camaradería entre amigos. La carta de bebidas no se queda atrás: cervezas nacionales e internacionales, cócteles clásicos y combinados que mantienen el ánimo alto durante todo el encuentro. Además de ser un lugar para ver fútbol, LaLiga TwentyNine’s se ha convertido en un punto de encuentro para aficionados, donde se respira pasión y emoción en cada rincón. Los fines de semana, el bar vibra con rivalidades amistosas, cánticos, debates sobre tácticas y, sobre todo, la sensación de comunidad que solo se encuentra cuando se vive un partido rodeado de otros fans.
O’Connell St
Inspirado en los pubs irlandeses, este bar combina la pasión por el fútbol con un ambiente relajado y acogedor. Perfecto para quienes quieren disfrutar de la compañía de amigos mientras ven su equipo en acción. Su carta incluye platos de calidad, desde pizzas y burgers hasta opciones más elaboradas, acompañadas siempre de una buena selección de cervezas y cócteles. Aquí, cada partido se vive con entusiasmo, pero sin perder la comodidad y el buen comer.
