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Gordon Ramsay dice “no” a adaptar sus menús a quienes toman fármacos para adelgazar

Gordon Ramsay (Johnstone, Reino Unido, 59 años) defiende que cada comensal disfrute a su gusto de las generosas y sabrosas raciones que ofrece en sus más de 80 restaurantes. Por ello, no sorprende que el famoso chef y empresario se haya mostrado totalmente reacio a adaptar sus menús para quienes consumen medicamentos para adelgazar, como Ozempic o Mounjaro. Aunque pueda parecer sorprendente, el uso de estos fármacos GLP-1 se ha vuelto cada vez más común, y muchos comensales reportan pérdida de apetito y cambios en sus preferencias culinarias. En una entrevista con The Times, Ramsay calificó la idea de crear menús especiales como “auténtica basura” y afirmó que no cederá ante la llamada “inyección de Mounjaro”.

La polémica surgió tras la mención del chef Heston Blumenthal, quien ha implementado en su restauranteThe Fat Duck un menú “consciente” con raciones reducidas en un tercio para comensales que utilizan medicamentos para adelgazar. Ramsay reaccionó con su estilo provocador: “El problema es que ellos comen demasiado”, dijo, y añadió que nunca ofrecería un menú de Ozempic para que alguien se sienta menos «corpulento» a las 22:30 de la noche.

Así que ya lo sabes, aunque Ramsay cuente con una amplia franquicia culinaria que abarca desde restaurantes con estrellas Michelin hasta cadenas informales e incluso locales en aeropuertos, quienes busquen “menús Ozempic” o raciones extremadamente reducidas no los encontrarán en ninguno de sus establecimientos.

A pesar de la postura de Ramsay, muchos restaurantes en Estados Unidos han comenzado a reducir el tamaño de sus raciones ante la creciente popularidad de los GLP-1. Algunos han creado menús más pequeños o independientes, como hamburguesas del tamaño de un puño, para satisfacer la demanda de clientes que consumen estos fármacos y terminan sus comidas tras unos pocos bocados. En conclusión, que cada uno coma lo que le apetezca y lo que le quepa en el estómago cada momento.

Otro aspecto que Ramsay también criticó fue la influencia de las redes sociales en la experiencia gastronómica. Manifestó su frustración por el uso de teléfonos móviles durante las comidas y el impacto de los influencers en la forma en que los clientes disfrutan los restaurantes. Aunque reconoció que las redes pueden dar visibilidad a sus locales, insistió en que la experiencia del comensal no debe verse comprometida por estas prácticas. En sus palabras, su consejo podría resumirse así: “Sal a probar la comida de verdad y no te quedes en casa engullendo la pantalla”.