Vino

Así es Finca La Emperatriz, el viñedo de La Rioja que perteneció a Eugenia de Montijo

En 1996, la familia Hernáiz adquirió esta histórica propiedad para empezar a elaborar vinos de calidad y, hoy en día, van mucho más allá, apostando también por diferentes actividades enoturísticas.

Haz clic aquí para leer la versión en inglés.
Visitar la localidad de Baños de la Rioja, en la Rioja Alta, es toparse con la mayor extensión de vinos singulares en una sola finca, concretamente en Finca La Emperatriz, el viñedo de los hermanos Hernáiz que cuenta con nada menos que 101 hectáreas de extensión. De estas, 82 están cultivadas con viñas y divididas en 23 parcelas en base a la edad de las cepas (algunas de más de 65 años cuando adquirieron la finca), la variedad de la uva o la orientación del viñedo entre otros factores.

Gracias a su privilegiada ubicación, en una de las mesetas más elevadas de La Rioja Alta a 570 metros de altitud, el viñedo goza de un clima más continental que otros puntos de la zona y es idóneo para la maduración lenta de la variedad Tempranillo (también se cultivan variedades de Garnacha, Graciano, Viura y Maturana).

Su nombre no es baladí. Y es que en esta histórica finca ya se elaboraba finos desde el siglo XIX. Y sus propietarios no eran unos cualquiera. Se trataba de nada menos que Eugenia de Montijo, Emperatriz de Francia y esposa de Napoleón III. La Emperatriz era la propietaria de esta finca cuyos vinos ya poseían una calidad excepcional por aquella época. Prueba de ello fue el reconocimiento recibido en el concurso de vinos de la Exposición Universal de 1878 en París, y también en Haro en 1884.

Después de fallecer Eugenia de Montijo sin descendencia, la Finca fue a parar a su hermana Francisca, esposa Jacobo Fitz-James Stuart, Duque de Alba. Después, la heredó uno de sus cuatro hijos, que acabó dividiendo el feudo y vendiéndola por separado a unos industriales vascos que, a su vez, se la traspasaron al Conde de Torremuzquiz.

En este punto fue cuando la propiedad fue adquirida por la familia Hernáiz en 1996. Tras conocer la brillante historia que poseía la Finca, la familia se propuso continuar el proyecto apostando por la elaboración de vinos de calidad que perdura hasta el día de hoy, habiéndose convertido en toda una bodega de referencia.

Una gran selección de vinos

Aquí los Hermanos Hernáiz elaboran los vinos Finca La Emperatriz Viñedo Singular, el primer vino de la propiedad, que posee la categoría de más alta calidad de la D.O. Ca Rioja. El Blanco está elaborado con Viura de Viñedos Singulares de más de 60 años de edad, mientras que el Tinto es un ensamblaje de las viñas más viejas de la finca. Además, aquí también producen El Jardín de la Emperatriz, su vino más vendido con una producción anual de más de 170.000 botellas, concretamente el Tinto, elaborado con uva tempranillo y un 6% de garnacha y 2% de Graciano. Además, el Jardín de la Emperatriz Blanco, con el 80% con Viura de Viñedos Singulares y un 20% de viña joven.

Por si fuera poco, los hermanos Hernáiz poseen dos etiquetas más que se elaboran fuera de la finca. Por un lado, Las Cenizas, elaborado en Cenicero, la localidad originaria de Eduardo y Víctor Hernáiz. De hecho, este vino ya lo producían antes de adquirir la finca y se trata de su proyecto más personal. Por último, El Pedal, elaborado con uvas de diferentes fincas que la familia Hernáiz tiene en cinco pueblos de la Rioja Alta: Fuenmayor, Cenicero, Navarrete, Hornos de Moncalvillo y Baños de Rioja.

Mucho más que un viñedo

Dispuestos a ir un paso más allá y ofrecer una experiencia completa en torno al vino y al disfrute de un enclave tan bucólico, los Hermanos Hernáiz decidieron potenciar el enoturismo dentro de la propia finca. En 2016 abrieron las puertas de la finca para realizar visitas y actividades en torno al viñedo. Y en 2020 se cerró el círculo con la inauguración de las villas de Finca La Emperatriz. Restauraron las construcciones que sirvieron de alojamiento para el mayoral y los trabajadores de la finca en tiempos de Eugenia de Montijo y los convirtieron en villas turísticas para relajarse, desconectar y vivir una experiencia singular a través del vino.

Estas villas de lujo poseen todas las comodidades para vivir una estancia única dentro del viñedo. Se pueden reservar desde la página web de la bodega y puede ir acompañado de otras actividades como catas de vino, paseo por el viñedo o simplemente desconectar en plena naturaleza.