Rosalía, que recientemente fue huésped del programa de David Broncano, ha puesto en el centro de atención a un pequeño taller artesanal de Chamberí: Chichinabo Inc. Durante su aparición en La Revuelta, la artista catalana eligió un objeto producido por este estudio, convirtiendo una ilustración digital en un plato de cerámica con historia. La artista catalana, conocida por su capacidad para fusionar lo tradicional con lo contemporáneo ha transformando una ilustración digital en un plato de cerámica con historia, regalando además el bizcocho que estaba en este plato famoso, a todos los presentes en el programa.
Chichinabo Inc., especializado en cerámica artesanal y reinterpretación de ilustraciones digitales, no esperaba que uno de sus objetos terminara en manos de una de las figuras más influyentes de la música española. La repercusión en redes sociales fue inmediata, con usuarios compartiendo imágenes del regalo y vinculando la marca al fenómeno cultural que Rosalía representa.
El taller, que hasta ahora operaba principalmente en el ámbito local, ve en este gesto una oportunidad de visibilidad inesperada. Más allá de la notoriedad, la pieza simboliza la convergencia entre el arte digital y lo artesanal, un terreno en el que Chichinabo Inc. ha trabajado con discreción pero con gran dedicación durante años.
En palabras de los responsables del estudio, la elección de Rosalía de convertir una ilustración en objeto tangible refleja la afinidad de la artista por el detalle y la narrativa detrás de cada creación. Este tipo de gestos, aunque simbólicos, pueden cambiar la percepción de la marca y abrir nuevas puertas en mercados nacionales e internacionales.
Aunque el taller no se ha pronunciado sobre planes comerciales específicos, la expectación generada confirma el efecto mediático que pueden tener los artistas sobre las microempresas culturales. En este caso, un regalo ha servido no solo para reforzar la relación entre arte y música, sino también para poner a Chamberí y su tradición artesanal en el mapa global de tendencias culturales.
El fenómeno recuerda que en la era digital, la visibilidad puede surgir de manera inesperada, y que un gesto aparentemente pequeño, un plato, un objeto, un detalle, puede convertirse en un motor de reconocimiento y de valorización del trabajo artesanal.
