“Compañeros, este es mi último mail. Empiezan mis vacaciones”. Este mensaje, tan conciso pero con tantos matices, puede que sea uno de los más esperados por todo trabajador una vez se acerca la temporada veraniega. Un momento en el que desconectar, reconectar, volver a empezar, adquiere una fuerza mayor. Un instante para volver a ver a aquellos que quizás durante el grueso del año es difícil encontrar. Una oportunidad para viajar, para abrazar a los nuestros. Y, cómo no, hacerlo con la seguridad de los que te han acompañado en cada trayecto.
Por eso, porque la oficina en tiempo presente es itinerante, porque hay trenes que se convierten en auténticos despachos, confiar en un sello como iryo es un valor seguro tanto en nuestro día a día como en nuestras vacaciones.
Lo asegura la propia marca: “Sabemos que el tiempo importa y cada minuto cuenta”. Y ya queda menos para esa ansiada charla con vistas al mar en tu chiringuito de confianza que lleva prolongándose largos meses. Es por tanto que desde la compañía ferroviaria tienen claro su compromiso con la puntualidad, con el deseo de que llegues a ese destino marcado con total comodidad, con precisión. Porque tu historia también es la suya acompañándote.
Este agosto, además, Málaga es el destino ideal. Su Feria atrae cada año a miles de turistas, pero también a cientos de locales que regresan en su ansiada celebración al origen de sus vidas. Un desplazamiento que puede aunar el ocio y el negocio, que te embarca en otra experiencia más aún por vivir. Y que realizar con tu compañía ferroviaria de confianza: la que sabe qué menú quieres degustar, la que te da todas las comodidades, la que te llama por tu nombre.
El fin último: disfrutar de cada minuto del destino. Tanto hoy como mañana. Como también lo hace Tapas en cada página, en cada edición. Y juntos viajar alrededor de España convirtiendo nuestra oficina en un vagón donde la tranquilidad se impulsa desde el primer instante. Porque cada trayecto ha de merecer la pena. Y desde el que escribiste ese último mail, más.