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Y de repente… Burbujas

Studio Swine y COS se estrenan juntos en el Salone del Mobile con una instalación que se nutre de la interacción.

Su primera colaboración juntos se tituló Pig Truck y consistía en una caseta móvil que ofrecía una solución sostenible a la hora de cocinar cabezas de cerdo, como si de un horno de tierra se tratase, para darle “salida” a los miles de cerdos salvajes que se matan en el Reino Unido con el propósito de evitar sobrepoblaciones que dañen el ecosistema. Seis años más tarde, Studio Swine (Super Wide Interdisciplinary New Explorers), compuesto por la arquitecta japonesa Azusa Murakami y el artista inglés Alexander Groves, se estrenan en el Salone del Mobile de Milán junto a la marca COS en un antiguo cine de los años 30 diseñado por el arquitecto italiano Mario Cereghini, Cinema Arti, con una instalación que se nutre de los valores de la marca de ropa y que se expresa de manera efímera en la forma de un árbol. Sus frutos, se representan como flores burbujeantes que sobreviven al contacto con materiales textiles -como un guante de lana que se repartía al entrar en la exhibición- pero que explotan y se difuminan al encontrarse con la piel desnuda de una mano.

 
 
“Nos inspiramos en la historia del interiorismo y arquitectura de los palacetes milaneses pero particularmente en sus candelabros, los cuales están cargados de cualidades orgánicas al estar elaborados con vidrio soplado, así como del modernismo que hacen que sus “ramas” caigan de manera simple y pura. Fusionamos esta investigación con los principales valores de COS, como lo son la simplicidad, la atemporalidad y una cualidad táctil e imitamos la manera en que la naturaleza alimenta al entorno y a la estacionalidad a través de materiales industriales y bombillas para andamios”, aclara Azusa tras bambalinas y durante el estreno de su pieza en la Semana del Diseño de Milán, la más importante de Europa, celebrada el pasado mes de abril. “Lo interesante de la moda es que cuando el alguien se viste con una pieza de ropa, le otorga movimiento y le regala una razón de ser. Para nosotros lo interesante de esta instalación es que esa misma interacción entre el visitante y las burbujas es la que hace que todo cobre vida”, continúa Groves. 
 
Al contrario del fruto prohibido del Pecado Original, Studio Swine busca con las “burbujas” que caen de su árbol que sea la tentación de ceder ante el contacto la que alimente las almas y las libere, y que por el contrario, sea la total indiferencia la que las releve a un segundo plano y que las funda en el completo olvido. Viendo el revuelo que ha causado su instalación, una de las más fotografiadas durante el Salone, parece ser que el olvido en este caso está fuera de la cuestión (studiowine.com).