¿Cómo de largo se te hace un vuelo de, por ejemplo, cuatro horas? Pues imagina uno de dieciséis horas y media. La única solución para no deshidratar el cuerpo, la mente, el alma y la desesperación es a base de bebidas, de muchas, concretamente de doce.
Esto es lo que ha hecho la compañía aérea Qatar Airways en el vuelo más largo del mundo, servir hasta doce bebidas por persona, cuando la ruta del viaje sea Doha (Qatar) – Auckland (Nueva Zelanda), ya que los pasajeros estarán en el avión un promedio de dieciséis horas y media, el vuelo comercial más largo que actualmente está en funcionamiento, con el empleo de un Boeing 777 con 259 plazas y 15 miembros de tripulación.
El reparto de estas doce bebidas no tiene otro objetivo que mantener a sus pasajeros bien hidratados, ya que a altas alturas la deshidratación se genera más rápidamente y la alteración del sistema nervioso y la impaciencia al ver que estamos atrapados, lejos del suelo y sin posibilidad de realizar muchas actividades, comienza a dejarnos sin agua en el cuerpo.
Al ser muchas personas las que viajan en este tipo de vuelos, se estima que la ración de bebida tiene que ser alta, así que esas doce bebidas serán el resultado de dividir entre todos los miembros y pasajeros 1100 tazas de té y café, 200 bebidas frías y 1036 comidas.