Reportajes

Una cata histórica de verdad

Así fue la cata organizada por el grupo chivite EL pasado tres 
de marzo en el palacio de las alhajas de la capital, una vertical 
que permanecerá durante mucho tiempo en nuestra memoria. 

Un emocionado Julián Chivite tuvo que interrumpir en un par de ocasiones el discurso con el que se iniciaba la jornada. Y la verdad, no era para menos, ya que a la emoción de recordar que ese mismo día se cumplían veinte años desde el fallecimiento de su padre se le unía el orgullo de ver cómo 120 personalidades –algunas llegadas del Reino Unido o Francia– se disponían a disfrutar de esta cata vertical de 28 vinos. La fiesta comenzó de manera inusual con los tintos, en concreto con un muy vivo Reserva 125 de 1992, en un viaje que abarcó 11 añadas hasta 2011. Después vendría la Colección Blanco en orden inverso, de 2013 a 1994, para un total de 14 añadas que demostraron por qué estamos ante uno de los grandes blancos de este país, todo un icono. Las añadas 1998, 2002 y 2010 del Vendimia Tardía remataron una jornada en la que, como curiosidad, se utilizaron más de 3.000 copas y se abrieron 280 botellas.