Que nadie se deje engañar por las dimensiones, porque Navarra, aunque se recorre en apenas una hora, concentra una diversidad natural y patrimonial apabullante. Así, transitarla es sorprenderse una y otra vez saltando de un desierto, el de las Bardenas Reales, a una selva, la de Irati, que es la segunda más grande de Europa después de la Selva Negra alemana. Regala una mañana de senderismo por sus montañas pirenaicas que permite ascender hasta 2.428 metros de altitud desde la Mesa de los Tres Reyes y darse un merecido homenaje con lo mejor de su gastronomía, que habla de lo cercano y de la calidad por encima de todo. Tanto, que sus productos tienen nombre propio: espárrago de Navarra, alcachofa de Tudela, pimiento del piquillo de Lodosa, chistorra de Navarra o queso Roncal. Además de cerezas, aceite, vinos y pacharán.
Sobran, por tanto, los motivos para celebrar a esta comunidad autónoma que recibe con los brazos abiertos y que saluda a todo aquel que la visita con un caluroso ‘aupa’. Así se la homenajeó durante la presentación del número 105 de la revista Tapas de la mano de la Delegación de Turismo de Navarra, ocurrida en Forbes House. Un monográfico con el que la cabecera de SpainMedia ha integrado la Navarra de siempre en la de ahora, tal y como refleja su chica de portada, la cantante y compositora Natalia Lacunza, que posa feliz con una cesta de boletus. “Tapas nació hace 10 años explicando cómo somos a partir de cómo bebemos y comemos. Lo que vamos a hacer es ensanchar el espacio, hacer la revista cada vez más grande, moderna, una revista de futuro, pero que respeta las tradiciones”, compartía durante el evento Andrés Rodríguez, presidente de SpainMedia y editor de Tapas.
Porque a Andrés, Navarra le robó el corazón hace cinco años de la mano del artista y amigo Mikel Urmeneta y desde entonces no hay año que pase sin que la visite y mes de julio sin que vista el pañuelo rojo de San Fermín. Rodríguez afirma que es fácil contagiarse del talante y espíritu de “ese pueblo noble y cariñoso”. Un lugar de gente tranquila y el ideal para aquellos que “quieren disfrutar de las cosas dedicando su tiempo y espacio”, tal y como expresaba Ana Rivas, directora de Turismo del Gobierno Foral. Así, Ana reconoce que en los últimos años el turismo ha crecido mucho en cifras e inversión, algo que se refleja en la proliferación de hoteles boutique y restaurantes de producto. Pero “siempre desde el respeto a nuestros recursos naturales y patrimoniales con una línea de turismo slow”, compartía Rivas.
La diversidad de esta región se traduce luego en una gastronomía que también lo es, basada en la calidad del producto. Porque la tierra manda y así lo muestra su oferta gastronómica que se vive en los bares y restaurantes, pero que se traslada también al terreno con experiencias pequeñas y exclusivas ocurridas en el olivar, en la granja, la cocina o en los castillos medievales donde se puede catar vino navarro. Porque es a través de la gastronomía como se crea comunidad para que después podamos compartirla desde la mesa, en encuentros como la presentación de este número especial en Forbes House –que se repetirá el 10 de julio en Pamplona– o empapándonos de las historias que se plasman en las páginas de Tapas.