La organización agraria ha manifestado su enfado por esta exclusión y ha recordado que el sector avícola está mayoritariamente integrado, lo que implica que la propiedad de los pollos le corresponde a una empresa externa, que contrata el servicio de engorde de esos animales a un granjero y, además, le proporciona el pienso para realizar el cebo.
En esta fórmula, el ganadero es el propietario de la nave o granja donde se realiza el engorde y quien tiene que hacer frente al pago de las inversiones de esa infraestructura, han explicado desde UAGA.
Por su parte, las integradoras tienen a disposición múltiples granjas para realizar el cebo de los animales y también otras fuentes de financiación, como la elaboración y venta de piensos, la venta de carne o de productos derivados.
Así, la organización agraria ha sostenido que «la Administración no puede olvidar que también hay ganaderos independientes, propietarios no solo de la granja, sino también de los animales» y que, en el actual momento de alerta sanitaria, son «los más vulnerables», ya que, en el caso de que se produzca un positivo en sus instalaciones, «se juegan su única o principal fuente de ingresos», porque deberán sacrificar todos los pollos o gallinas de la explotación.
Por este motivo, UAGA-COAG ha pedido al Ejecutivo aragonés que «no deje de lado a los ganaderos de avícola, que están cumpliendo todas las exigencias burocráticas y se juegan la continuidad o supervivencia de sus explotaciones». «Es imprescindible más interlocución para gestionar correctamente la solución a esta crisis», ha concluido.