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Seinfeld convierte la historia del origen de un snack para el desayuno en un homenaje a la cultura pop de su generación. Un viaje a la nostalgia con la que dilatar las pupilas de los boomers con grandes dosis de azúcar y humor.
La película ‘Unfrosted’, que narra la historia de los pastelitos Pop-Tarts mezclando la realidad con la ficción, empezó a emitirse en Netflix el 3 de mayo, y ya ha provocado todo un fenómeno a su alrededor en la plataforma.
Los orígenes de las Pop-Tarts
Jerry Seinfeld, más allá de co-escribir y dirigir el proyecto, se adentra en la película para interpretar el papel del jefe de desarrollo de Kellogg’s, que se enfrenta a las mascotas de los cereales y a la mafia de la leche porque temen que un alimento para el desayuno que no requiera leche les lleve a la quiebra.
La película, protagonizada también por Hugh Grant y Amy Schumer, que ha estado desarrollándose durante más de una década, está ambientada en Michigan en 1963; un año antes de que las Pop-Tarts llegaran a las estanterías de los supermercados y conmocionaran al joven Jerry Seinfeld en una trayectoria de 60 años hasta la era actual. ‘Mi primer recuerdo de Pop-Tarts es que, una vez que lo probé, supuse que no seguirían fabricando otro tipo de comida’, recuerda Seinfeld acerca de uno de sus alimentos favoritos, especialmente el de azúcar moreno y canela.
La trama del filme gira entonces a la eterna lucha entre Kellogg’s y su rival Post, que intentan desesperadamente sacar al mercado un pastelito tostado antes que el otro. Bob Cabana (Seinfeld), empleado de Kellogg’s, convencerá a su antigua compañera de trabajo Donna Stankowski (Melissa McCarthy) para que deje su trabajo científico en la NASA y ayude a lanzar un delicioso prototipo antes que la competencia.
