Según ha declarado el responsable de Productos Transformados de COAG y almendrero del Bajo Guadalquivir, Diego Bellido, la situación que atraviesa el cultivo del almendro «es crítica en Sevilla, donde se calcula que ya se ha perdido casi el 50% de las hectáreas cultivadas en los últimos años».
En este sentido, el responsable ha explicado que «a las sucesivas campañas con precios ruinosos se suman ahora plagas devastadoras como el gusano cabezudo, la araña roja y la araña amarilla, agravadas por los efectos de la sequía, contra las que no tenemos medios para luchar».
Tal y como ha manifestado Bellido, el gusano cabezudo «ha causado estragos, sobre todo en los almendros de secano debilitados por años de dura sequía». Igualmente, en los últimos meses, los ataques de araña roja y amarilla han sido «especialmente agresivos», incluso en fincas de regadío, donde los árboles «no han tenido riego suficiente».
En este contexto, ha añadido que las materias activas autorizadas «ya no son eficaces» y que los almendreros «están atados de pies y manos y no pueden luchar». El responsable ha lamentado que «muchos productores, desmotivados, han dejado de tratar sus parcelas, favoreciendo la expansión de las plagas y abandonando el cultivo, lo que supone una gran pérdida económica».
De esta manera, ha destacado que «muchos agricultores han arrancado sus almendros sin ni siquiera llegar a recolectar, asumiendo que no hay futuro para este cultivo», y ha añadido que «fincas enteras con árboles en plena producción se abandonan o se sustituyen por el olivar».
A esta «crisis sanitaria y agronómica» se suma también el impacto del acuerdo comercial entre la UE y Estados Unidos, que permitirá la «entrada masiva» de almendra californiana sin apenas restricciones. «Nos sentimos vendidos», ha clamado el responsable de COAG, afirmando que «España es para el aceite de oliva lo que California es para la almendra a nivel mundial».
Finalmente, Bellido ha subrayado que lo que le espera a los almendreros «es ruina, porque va a entrar a mansalva almendra de EEUU, y el precio de referencia internacional lo sigue marcando California, con un sistema de producción intensivo e inasumible para los agricultores sevillanos».