Selena Gomez (Texas, EE. UU., 32 años) y Benny Blanco (Virginia, EE. UU., 37 años) han dejado claro que están hechos el uno para el otro. La última aparición mediática en la que lo han reconfirmado ha sido en el episodio del 30 de abril del pódcast Table Manners with Jessie and Lennie Ware, donde los prometidos compartieron la que sería su «última cena ideal». Salivando, ambos confesaron sus platos favoritos, entre ellos existen algunas recetas mutuas y otras que componen la tradición gastronómica de la familia de cada uno. ¡Qué tierno!
Blanco aseguró que incluiría el corn casserole de Gomez, un platillo dulce y suelto parecido al pan de maíz, que ella describió con cariño como uno de sus favoritos. “Nos encantan los casseroles,” dijo ella. “Es delicioso”, agregó él, recordando que su madre solía preparar una versión similar para él.
Gomez, por su parte, compartió que su amor por el maíz viene de la infancia, especialmente en su versión callejera mexicana, con la que creció. Tanto es su aprecio por este ingrediente que lo incluye en su lista de exigencias para los eventos. Además, reveló que podría comerlo en grandes cantidades.
Al imaginar cuál sería la comida final de Selena, Blanco adivinó que también incluiría uno de sus propios platos: su característico ribeye. Detalló cómo lo ahuma lentamente durante una hora y luego lo sella, dándole un sabor intermedio, casi de barbacoa. Gomez, afirmó él, “comería un montón”, pero en pequeñas porciones: arroz y tamales de su abuela paterna, papas con queso de su madre, y un solo bocado del chicken and dumplings preparado por su Nana, la abuela materna, reflejando así sus raíces mezcladas entre influencias mexicanas y sureñas.
La pareja también compartió algunos de sus gustos más inesperados. Gomez, según Blanco, querría sushi de salmón con semillas de sésamo, mojado en salsa de soja, una Mexican pizza de Taco Bell, un granizado de Coca-Cola y nachos de cine con jalapeños en vinagre, solo para mezclar el jugo con las papas.
Finalmente, Gomez confirmó con humor y ternura lo precisa que fue la descripción de Blanco: “Lo inquietante y maravilloso de Benny es que me conoce muy, muy bien.” Solo se le pasó un detalle: el arroz frito de Benihana. Entre confidencias gastronómicas y afecto mutuo, la pareja deja ver que, para ellos, la comida es otra de las tantas cosas que tienen en común.