En concreto, en 2024 se produjeron 1.200 kilos más que en 2023, lo que consolida esta «joya agroalimentaria» asturiana. El consejero ha puesto en valor el trabajo de las dos queserías que siguen produciendo este producto y se ha comprometido a continuar reforzando las ayudas al control y certificación, así como en la promoción.
Ante la situación de este producto, Marcos ha barajado la posibilidad de «dar una vuelta» a su realidad, ejecutando medidas como las realizadas en el Banco de Tierras para la sucesión en las explotaciones. «Tenemos que ver cómo podemos encajar ayudas destinadas a compaginar el que tiene la instalación con el que se quiere incorporar», ha dicho.