Corría el año 1933 cuando Stan Laurel agarró un martillo para proceder al degollado a lo bruto de una botella de Piper- Heidsieck sujetada por un Oliver Hardy a mofletes llenos. En realidad se trataba de una escena de Hijos del desierto, una de sus películas amén de glorioso vehículo del primer product placement del histórico champán, cuyos inicios se remontan a 1785. Esta imagen fue solo el comienzo de una fructífera relación con el cine y, por tanto, con lo que mejor combina con las burbujas: el lujo, los focos y el glamour. En 1965 la bodega hizo otra muesca en su listado de hits en Hollywood con la creación de una botella de 48 litros y el mismo tamaño que el actor Rex Harrison. ¿La excusa? Celebrar con él su victoria en los premios Oscar gracias al filme My Fair Lady. Podríamos enumerar muchas rare millésime 2002 es la joya de Piper-Heidsieck, no solo por el ‘envoltorio’ sino por un trago más que adictivo. Ojo también al Vintage Brut 2006 y al sorprendente Rosé Sauvage, que tras su etiqueta en rosa pop esconde un poderoso mix de Pinot Noir y Meunier. otras películas, o contar que Piper- Heidsieck se descorcha cada año en exclusiva en la gran gala del cine mundial. Podríamos también recordar que su presencia no falla cuando se ilumina la alfombra roja del Festival de Cannes o que se han lanzado botellas joya en exclusiva para firmas como Van Cleef & Arpels, cubiertas de diamantes y oro. Podríamos seguir hablando de glamour, pero entonces se nos calentaría la copa y eso sí que no: brindemos ya por esta gran casa que relanza su distribución en España de la mano de The Water Company.
