Para esas ocasiones especiales en la que sorprender a nuestros invitados compartimos una receta a base de una de las frutas de temporada.
Ingredientes:
- 200 g de mantequilla + un poco para el molde
- 125 g de azúcar
- 75 ml de agua
- 10 o 12 albaricoques frescos no demasiado maduros
- 20 o 24 avellanas sin la cáscara
- 150 g de azúcar terciado
- 2 huevos
- 1 cucharadita de café de extracto de vainilla
- 50 g de harina de trigo
- 50 g de harina de trigo integral
- 1 1/2 cucharaditas de café de levadura química
- 100 g de avellanas molidas
- 125 ml de leche entera
- 4 cucharadas soperas de mermelada de albaricoques
- Nata fresca o montada, o yogur griego azucarado
Modo de preparación:
Precalentar el horno a 180 grados. Untar con mantequilla un molde de tarta de 23 a 25 cm de diámetro. En un cazo, echar el azúcar en 75 ml de agua y llevar a ebullición mezclando para que se deshaga bien. Continuar la cocción hasta que se caramelice. Retirar del fuego, añadir 50 g de mantequilla-hay que tener cuidado con las salpicaduras- y remover bien para incorporarla.
Echar el caramelo en el molde. Cortar los albaricoques en dos, retirar los huesos y colocar una avellana en cada mitad. Colocar los albaricoques bien apretados, con el lado cortado sobre el caramelo. Batir el resto de la mantequilla y el azúcar terciado hasta obtener una mezcla espumosa. Agregar los huevos de uno en uno, removiendo bien después de cada uno, y luego, añadir la vainilla.
En una ensaladera, tamizar la harina con la levadura e incorporar el salvado que haya quedado en el tamiz. Añadir la avellanas molidas. Con una batidora eléctrica, agregar poco a poco esta mezcla a la masa, alternándola con la leche. Extender la masa sobre los albaricoques y hornear durante 50 minutos. Verificar la cocción con la punta de un cuchillo. Dejar reposar la tarta 2 minutos y desmoldarla. Volver a colocar los albaricoques que se hayan quedado pegados en el fondo de la fuente sobre la tarta. Calentar la mermelada en un cazo con 1 cucharada sopera de agua. Llevar a ebullición, bajar inmediatamente el fuego y dejar que se espese 1 minuto. Pasar la mermelada caliente por el chino y luego dejar enfriar.
Con un pincel, untar la tarta con una capa espesa de mermelada tibia. Servir acompañada de nata fresca o de nata montada.