Despertar la inspiración y estimular los sentidos son experiencias que uno puede descubrir nada más llegar a la destilería de Bombay Sapphire. Una fábrica ubicada en el corazón de Hampshire -a unos 95 km de Londres- que abre sus puertas para ofrecer al público el proceso único de destilación de una de las ginebras más adoradas del mundo.
Lo que comenzó en el año 1719 como una fábrica de billetes para el imperio británico durante el reinado de Victoria de Inglaterra se ha convertido hoy en un la primera destilería y la primera remodelación en conseguir la acreditación “Outstanding” (Destacada) de BREEAM en la variedad de diseño por los edificios destinados a la destilería. Los trabajos de remodelación comenzaron en 2012 hasta que 2014 abrió al público.
Conocer la historia de Bombay Sapphire es remontarse al S.XVIII, cuando salió al mercado por primera vez. Una historia de 250 años de antigüedad protagonizada por 10 botánicos- bayas de enebro, cáscara de limón, semillas de cilantro, raíz de angélica, raíz de iris, cardamomo, corteza de casi, almendras y regaliz- que uno puede ver y oler en los dos invernaderos entrelazados, diseñador por el Heatherwick Studio. Un símbolo de la destilería dividida en dos ambientes-uno húmedo para las especias de lo trópicos, y otro templado y seco para las plantas mediterráneas- que ofrece al visitante el cuidadoso y creativo método de elaboración de la ginebra.
Sin embargo, una de los atractivos más impactantes de la destilería es la sostenibilidad y el cuidado por el medio ambiente que mantiene desde su creación. Además de cuidar el diseño, ésta ha buscado tener un impacto positivo en la ecología y el medio ambiente por lo que durante la construcción, además de reciclar materiales de los edificios demolidos, se plantaron especies autóctonas y se rediseñó la orilla del río para poder incorporar un hábitat biodiverso. Un estrategia positiva que la convierte en un auténtico paraíso sostenible.