
ZARAGOZA, 5 (EUROPA PRESS)
La Comisión de Agricultura, Ganadería y Alimentación de las Cortes de Aragón ha aprobado este lunes por unanimidad una proposición no de ley del PAR para instar al Gobierno de Aragón a «crear una línea de ayudas para los fruticultores afectados por el fuego bacteriano, para realizar la correspondiente reconversión varietal», así como a «elaborar un plan de choque a través de la investigación y estudio de las posibles medidas a aplicar en los cultivos con el fin de erradicar la bacteria ‘Erwinia amylovora’, causante del fuego bacteriano, en nuestra Comunidad».
El encargado de defender la iniciativa ha sido el portavoz del PAR, Alberto Izquierdo, quien ha incidido en que el fuego bacteriano «es una enfermedad que está exterminando el cultivo de la pera» porque «la parcela afectada queda inutilizada para cultivar este producto». «En los últimos diez años se ha pasado de más de ochocientas hectáreas de este tipo de fruta a algo más de cuatrocientas cincuenta», ha añadido.
Desde el PP, Antonio Romero ha presentado dos enmiendas a la iniciativa y ha recordado que el fuego bacteriano «no es una enfermedad nueva, pero hasta la fecha no se ha encontrado un método químico o biológico que sea eficaz para su erradicación».
El parlamentario socialista Marcel Iglesias ha reconocido que «se trata de un problema grave, pero en otras zonas se ha podido contener mejor», y ha manifestado que «es el momento de implementar ayudas para la reconversión de los cultivos porque las medidas aplicadas no están funcionando».
En representación de Vox, Santiago Morón ha asegurado que «se trata de una plaga de muy difícil tratamiento» contra lo que «lo único que se puede hacer es arrancar los árboles afectados y dejar grandes superficies sin aprovechamiento agrario».
Para la diputada de Teruel Existe Pilar Buj, es necesario implementar «una estrategia para apoyar a las explotaciones de fruticultura afectadas por el fuego bacteriano». Además, ha apuntado que «según los datos de la PAC, en las últimas seis campañas la zona de Calatayud ha perdido casi el 50% de la superficie cultivada».