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Las bodegas de Vi de la Terra Mallorca recogen casi 2.000 toneladas de uva en lo que va de vendimia

PALMA, 25 (EUROPA PRESS)

Las bodegas que forman parte de la indicación georgráfica protegida (IGP) Vi de la Terra Mallorca ya han recogido en lo que va vendimia casi 1.981 toneladas de uva.

Según ha explicado este lunes la presidenta de Vi de la Terra Mallorca, Magdalena Mesquida, en un encuentro celebrado este lunes en la bodega Sa Cabana (Binissalem), esta cantidad representa un 30% de la producción que se estima para esta campaña.

Hasta ahora, ha indicado Vi de la Terra Mallorca en un comunicado, las principales variedades de uva entradas a las bodegas inscritas son las más tempranas, como Chardonnay, Sauvignon blanc y Giró, en variedades blancas, y Merlot en uva negra.

El año que viene se prevé que crezca el número de variedades locales que se comercializarán bajo la marca de calidad IGP Vi de la Terra Mallorca.

En concreto, variedades recuperadas que ya se recogen en esta campaña como Escursac, Giró Negre y Esperó de Gall y que se encuentran en proceso de ser reconocidas y poder comercializarse con la etiqueta de Vi de la Terra Mallorca.

Este es el balance que ofrecen actualmente los 330 viticultores y las 84 bodegas adscritas a Vi de la Terra Mallorca, que suman 1.923 hectáreas de viñedo en producción, 30 más que el año pasado.

«Seguimos creciendo tanto en número de bodegas como también en superficie de viñedo en producción. Tenemos más de 80 bodegas en toda la isla, que nos permite tener una visión amplia de la realidad y de las peculiaridades que tiene el cultivo de la viña, en función de su geografía», ha apuntado Mesquida.

VARIEDADES LOCALES, LAS MÁS ADAPTADAS

La campaña de este año, ha señalado la presidenta de la IGP, «se presenta más generosa que la del año pasado, con una recuperación de producción que varía en función de la zona».

Sin embargo, Mesquida ha optado por ser prudentes dado que todavía queda vendimia por hacer. «En algunos lugares puede haber una merma de producción, por falta de lluvia, como es la zona de Binissalem. En otros, esta recuperación se prevé moderada, como es el caso de Porreres, después de tres años en los que las plantas han sufrido mucho estrés hídrico a causa de la sequía», ha puesto como ejemplo.

Las previsiones más optimistas, en cualquier caso, son para las variedades locales, que son las que están demostrando «un mejor comportamiento frente a los cambios climáticos». «Son mucho más resilientes al tener un período de maduración más largo y aguantan mejor la escasez de lluvia y el calor. Además son las que hacen únicos nuestros vinos», ha destacado.

A esta recuperación de producción ha ayudado el hecho de que las lluvias, escasas en algunas zonas del interior, se han repartido mejor que el año pasado y en momentos adecuados, por lo que la planta se ha desarrollado mejor en zonas como la Serra de Tramuntana y es Migjorn. Las temperaturas también han sido «óptimas» salvo en las olas de calor de los meses de junio y agosto, ha incidido Mesquida.

LA VENDIMIA SE DIGITALIZA

Una de las novedades más destacadas de la vendimia de este año, ha indicado Vi de la Terra Mallorca, es la puesta en marcha de la cartilla digital, una herramienta informática que sustituye la de papel y facilita el control de los kilos de uva que se recogen por hectárea de viña.

«Hasta ahora cada viticultor tenía un cuaderno donde iba apuntando los kilos que entraban en cada bodega. El proceso generaba un importante gasto en papel y nuestras auditoras debían realizar múltiples viajes para recoger los tickets en las bodegas de toda la isla e introducirlos, posteriormente, en el programa de control», ha explicado la gerente de Vi de la Terra Mallorca, Marina Vera.

Ahora los viticultores pueden introducir directamente las entradas de uva en el programa informático, que está vinculado tanto a la bodega como al programa de control de Vi de la Terra Mallorca, facilitando de este modo su trabajo.

«Nos permite ser más eficientes, porque tenemos toda la información actualizada, y reducimos el coste ambiental y económico con la eliminación del papel. Es una apuesta por la sostenibilidad y también por mejorar la trazabilidad de las partidas del vino, controladas a nivel digital desde la entrada de la uva», ha añadido Vera.