Gastro

La oda menorquina del chef Joan Bagur en Son Vell

La gastronomía se presenta como uno de los grandes pilares dentro de este hotel boutique en Menorca en el que tuvimos la oportunidad de alojarnos para descubrir todo su encanto.

El hotel menorquín Son Vell, perteneciente al grupo hotelero de lujo Vestige Collection, se erige sobre una impresionante finca de 180 hectáreas a escasos metros del Mediterráneo. Un lugar idílico en el que evadirse y relajarse en un entorno natural en el que el tiempo parece detenerse.

La sofisticación recorre cada uno de los rincones de la estancia repleta de esculturas y obras de arte que acaban de embellecer esta antigua casa solariega del siglo XVIII que cuenta con grandes jardines y piscinas que rodean su obra arquitectónica.

Un oasis de alta cocina

Dentro de este oasis natural, el reconocido chef menorquín Joan Bagur, que en 2024 obtuvo una entrada codiciada en la Guía Repsol, dirige la oferta gastronómica de sus tres espacios culinarios junto a la jefa de cocina Paula Florit: los restaurantes Vermell y Sa Clarisa, así como de su bar llamado Son Vell caracterizado por un estilo más informal. Todos ellos se encuentran abiertos al público que no esté alojado en el hotel, con el fin de ofrecer su propuesta a todo aquel que quiera disfrutarla.

La cocina de Joan se alimenta de las raíces, del cultivo y de la proximidad. Una filosofía que materializa en cada uno de sus platos elaborados con ingredientes de temporada, con las frutas y verduras que recolectan en la finca Son Vivó. Allí cuentan con grandes plantaciones en las que cultivan desde remolacha hasta espinacas para que el chef y su equipo acaben trasladándolos de manera creativa a los platos.

La reinvención de la tradición se convierte en un concepto recurrente en su cocina aparentemente sencilla en la que intervienen una serie de técnicas que lo subliman. Ese es el mantra que sigue Bagur, y que llegó a definir de alguna forma como parte de su identidad culinaria, tras haber estudiado cocina a lo largo de seis años y haberse especializado en alta gastronomía.

Esa base académica la combinaría con la experiencia que adquirió en Barcelona en las cocinas de templos como el Celler de Can Roca o la de los Hermanos Torres para acabar abriendo su propio restaurante en 2015 llamado ‘Rels’. De la tierra al plato, y el fuego como el elemento que le hechiza y estimula constantemente. ‘Me gusta el fuego. Ver el fuego y trabajar en ello hipnotiza”, nos confiesa el chef.

La pasión del cocinero por recuperar las comidas de recetarios antiguos menorquines de la isla la ha mantenido hasta día de hoy. Un concepto que trasladó en su momento a la carta de Rels inspirada en la cocina menorquina -con especial énfasis en el producto local-, y que actualmente materializa con maestría en el restaurante Vermell de Son Vell.

Vermell

Vermell se presenta dentro del complejo como el restaurante por excelencia de alta gastronomía, que referencia con su nombre el color de la tierra menorquina, cerrando el círculo. En la carta, Joan Bagur vuelve a darle protagonismo a las tradiciones culinarias menorquinas fusionadas con influencias de la cocina del territorio peninsular, de Gran Bretaña y Francia.

Desde esa estancia de la finca impregnada de romanticismo que abren por las tardes/noches, los comensales pueden adentrarse en las profundidades de la gastronomía de la isla; por todos los sabores y las texturas con las que lleva a cabo reinterpretaciones de platos tradicionales como el oliaigua, inspirado en la sencillez y la honestidad.

La ensalada de alcachofas o su cóctel de carabinero extienden las secuencias de su menú degustación hasta llegar al plato estrella: el cochinillo de Ciutadella, que el chef sirve acompañado de puré de manzanas y canela, tal y como lo hacía su madre. La velada se clausura de manera dulce con una leche asada con pólvora del duque y regaliz creada por su postrero Miquel Pons, junto a algunos de sus vinos mediterráneos o menorquines como los ALBA de Bodegas Torralba.

Sa Clarisa

La zona exterior del restaurante Vermell colinda con la soleada terraza de Sa Clarisa que abre durante el día, hasta la caída del atardecer. Allí el huésped o el comensal que lo visite puede disfrutar desde el desayuno hasta una comida tardía que conecte con el estilo de vida isleño sosegado.

La experiencia gastronómica de este restaurante rinde asimismo tributo a la cocina mediterránea a través de entrantes como su coca de recapte o platos frescos que provienen directamente de la huerta; como su gazpacho de tomates y fresas, así como lo hacen sus ensaladas o su carpaccio de gamba con almendra y sorbete de albahaca, combinando lo mejor del mar y de la tierra.

Sus arroces se presentan de igual forma como los grandes protagonistas de su carta con opciones que van desde el arroz de verduras, al arroz negro con carabineros y tentáculos de calamar a la brasa o el clásico arroz mar y montaña con presa ibérica, calamar y setas de cultivo menorquinas.

Bar Son Vell

Al caer la noche, el plan perfecto consiste en disfrutar de unos cócteles o unas copas en el Bar Son Vell, con vistas permanentes a su jardín infinito. Desde ese espacio privilegiado se puede hacer la previa a la cena o el after junto a unos aperitivos como una tablita de quesos locales, un steak tartar o unas gildas.

El barman cordobés Sergio Martínez es el encargado de diseñar toda su oferta líquida en la que diluye su propio homenaje a la isla, experimentando con combinaciones como un Old Fashioned con sobrasada. Entre los imprescindibles se encuentran asimismo su Negroni Menorquín, el Sweet Gazpacho y su Pomada elaborada con ginebra Xoriguer, limonada y albahaca.