Se trata de una medida que viene a mejorar la seguridad sanitaria y a reducir las cargas burocráticas, según ha apuntado en rueda de prensa tras la reunión este martes en Mérida del Ejecutivo regional la portavoz de la Junta, Elena Manzano.
Así, el nuevo texto establece la obligatoriedad de vacunar a los perros contra la rabia tanto de forma inicial como de manera periódica. Con ello, la edad de aplicación de la primera vacuna se va a fijar entre las 12 y las 16 semanas, de manera que se elimina la «ambigüedad» que existía al respecto.
Además, también desaparece la obligatoriedad de revacunar cada año y se supedita la validez de las vacunas a su eficacia, que vendrá determinada por cada fabricante, ha añadido Manzano.
A su vez, para gatos y hurones la vacuna se mantiene como recomendación, aunque podrá convertirse en obligatoria en función de la situación epidemiológica y siempre previo requerimiento de la autoridad competente.
El nuevo decreto, que entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), pretende convertirse en «un paso decisivo para proteger la salud pública y la sanidad animal, mejorar la seguridad jurídica de los propietarios de animales y asegurar una gestión más eficaz frente a la rabia», ha añadido Elena Manzano.