Sin categorizar

La fusión japo-latina de alta calidad de Chow Chow

Este japonés – latino con alguna que otra reminiscencia a la cocina española -véase el rabo de toro en salsa teriyaki o las gyozas fritas de manitas de cerdo- es uno de los restaurantes fusión que más propuestas diferentes tiene en su carta. Decorado por María Villalón Design, su espacio está inspirado en la ciudad de Kyoto y su vajilla es una mezcla asiática -por las geishas dibujadas- y mexicana -por sus catrinas-.

Su gastronomía sigue la tendencia actual de la Asian Latin Food, una cocina que fusiona la cocina tradicional japonesa con los sabores de la gastronomía peruana, mexicana, venezolana y brasileña. Su chef, César Galán, es el responsable de crear una continua explosión de sabores que hace viajar al paladar. Su amplía trayectoria en los fogones deja platos como los dumplings de setas sitake y guiso de chancho con salsa de ostras.

Al tener ciertas reminiscencias de diferentes cocinas, algunos de sus platos tienen un toque picante (pero muy suave) como el gunkan ‘kamikaze’, los makis chow chow de atún picante, pepino, salsa chipotle y masago arare o los langostinos en tempura con salsa de chile y ajo, hoja de roble, shisho y sésamo blanco. La papada de cerdo asada y confitada, los spring rolls de pasta filo, pollo y batata son otras dos grandes apuestas de su renovada carta. Y, por supuesto, es obligatorio probar sus gyozas fritas de manitas de cerdo y carne criolla y sus rolls de sushi con petazetas.