El chocolate negro acaba de sumar puntos, siendo señalado por la ciencia como uno de los grandes antídotos para el envejecimiento. Un estudio reciente publicado en Aging ha puesto el foco en la teobromina, un compuesto natural del cacao que, según los investigadores, podría estar relacionado con un envejecimiento más lento a nivel celular.
Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron datos de más de 1.600 personas en Reino Unido y Alemania, midiendo tanto los niveles de teobromina en sangre como marcadores epigenéticos, esos sutiles cambios que revelan la edad real de nuestras células. El resultado fue consistente: quienes presentaban niveles más altos de teobromina mostraban un envejecimiento epigenético más lento y telómeros más largos, un signo de mayor salud celular.
Lo más interesante es que este efecto se mantuvo incluso al aislar otros compuestos habituales del cacao y el café, como la cafeína. Es decir, el beneficio parecía ser propio de la teobromina. Además, de manera sorprendente, se descubrió que su impacto positivo era aún mayor en fumadores y exfumadores, llevando a que se abriesen nuevas líneas de investigación al respecto.
