Gastro

El ritual detrás de los banquetes reales de Windsor

Nos sentamos en la mesa de una de las veladas más importantes de la monarquía británica.

En el corazón del castillo de Windsor, St George’s Hall se transforma en el escenario del prestigioso banquete de Estado. Allí se despliega la famosa Waterloo Table, una mesa de proporciones colosales que resume siglos de tradición y poder.

Preparar esta velada no es tarea menor. Se necesitan 10 personas trabajando durante 4 días para montar la mesa en la que se acomodan hasta 162 invitados. En ella, cada cubierto, copa y adorno floral se predispone de manera precisa y minuciosa, creando un conjunto simétrico que combina el lujo y la elegancia real.

El festín no es menos elaborado. El menú, compuesto por tres o cuatro tiempos, se diseña cuidadosamente y prioriza el abastecimiento local. Los ingredientes provienen de proveedores cercanos, así como de las propias granjas y invernaderos reales de Windsor Castle, asegurando calidad y un vínculo con la tradición agrícola de la corona.

Siguiendo el protocolo, el rey preside la mesa desde el centro, frente al busto de la reina Victoria, que recuerda la importancia de la historia monárquica en el paso del tiempo, y que encuentra en cada banquete de Estado en Windsor un lugar en el que proyectar su poder y prestigio al mundo.