La Comisión Europea ha recordado este jueves que el comercio es una competencia exclusiva de la Unión Europea y ha advertido de que, de darse el caso, podría abrir procedimientos de infracción contra Polonia, Hungría y Eslovaquia por los vetos unilaterales a las importaciones de grano de Ucrania.
Aunque la UE está centrada en encontrar una solución «constructiva» con los países implicados, la portavoz de Comercio de la Comisión, Miriam García, ha reconocido que Bruselas «no ve la necesidad de implantar medidas nacionales».
Además, ha señalado que los servicios comunitarios están en contacto con los tres países que han prorrogado las restricciones a las semillas de trigo, maíz, colza y girasol procedentes de Ucrania después de que el pasado 15 de septiembre expirase el veto que la Comisión había concedido a estos Estados miembro, además de Bulgaria y Rumanía, por el impacto del incremento del flujo de cereales en sus mercados.
Así, mientras Bruselas estudia las medidas y las posibles represalias para Polonia, Hungría y Eslovaquia, Ucrania ha denunciado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) a los tres países que han prorrogado el veto a sus cereales, donde sus intereses están representados por la UE.
De forma paralela, Kiev ha presentado ante la plataforma conjunta –compuesta por representantes de Bruselas, Ucrania y los cinco Estados miembro implicados– su plan para controlar las exportaciones, que incluye el intercambio regular de datos entre la UE, los Estados miembro y Ucrania, la recogida de información sobre el destino de las mercancías y la creación de un sistema de licencias de exportación.