La Comisión Europea se ha mostrado dispuesta a repartir los 250 millones de euros restantes de la reserva agrícola de crisis entre aquellos países de la Unión Europea más afectados por la sequía y las inundaciones «si las circunstancias lo justifican», a raíz de una petición presentada este martes por la delegación portuguesa en nombre también de España, Italia y Francia.
«Les aseguro que he escuchado alto y claro sus peticiones de apoyo», ha afirmado este martes el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, durante su intervención en Bruselas ante los ministros de Agricultura de la UE.
Tras su comparecencia, ha reiterado en redes sociales su disposición a utilizar los 250 millones de euros aún disponibles en la reserva agrícola, después de los dos paquetes –uno de 56,3 millones y otro uno aún no aprobado de 100 millones de euros– «si las circunstancias lo justifican».
Consciente de la necesidad de invertir más en la creación de estrategias de gestión de riesgos y reforzar instrumentos para amortiguar el impacto del cambio climático, el comisario polaco ha recordado que la nueva Política Agraria Común (PAC) ofrece una «caja de herramientas» para reforzar la gestión de riesgos, por lo que espera que esas posibilidades puedan «explotarse» a fin de dar soporte a aquellos agricultores más afectados por estas condiciones climáticas adversas.
El comisario también ha señalado que ya ha encargado a los servicios de su cartera que evalúen las solicitudes presentadas por la delegación portuguesa para activar el apoyo que podría existir bajo la PAC con el objetivo de que todos lo agricultores afectados puedan continuar con su actividad.
Por su lado, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha insistido en que se movilice «cuanto antes» la reserva de crisis, porque considera que es «justo» que los agricultores y ganaderos estén apoyados en esta situación causada por la crisis climática pero que tiene un «efecto directo» sobre los mercados agrarios.
Además de la petición de activación de la reserva agrícola para España, Francia, Italia y Portugal, la solicitud –que ha contado con el respaldo del resto de países– también incluía que se preste la «máxima atención» a medidas administrativas como las excepciones y flexibilidades, en particular en el contexto de la aplicación de la PAC que puedan solicitar por los distintos Estados miembro afectados, incluidos los pagos directos, así como los programas operativos de las organizaciones de productores, el programa de apoyo al vino y el régimen de autorizaciones para plantaciones de vid.
El documento señala que también es necesario aumentar el nivel de los porcentajes de los anticipos hasta al menos el 70% en el caso de los pagos directos, y hasta al menos el 85% para las ayudas concedidas en el marco del desarrollo rural y que los anticipos de la solicitud única para 2023 puedan pagarse antes de que hayan finalizado los controles sobre el terreno.
Peticiones, todas ellas, que Wojciechowski ha asegurado haber escuchado «alto y claro», por lo que ha apelado a la tranquilidad de los países solicitantes para garantizar que la Comisión está «abierta» a considerar las posibilidades que hay sobre la mesa.