El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento este martes de la aprobación del primer plan de gestión para la coquina (Donax trunculus) en el Golfo de Cádiz, que permite que los mariscadores a pie de Andalucía que capturan esta especie accedan a subvenciones del Fondeo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa), encaminadas a reducir el impacto socioeconómico de las nuevas paradas temporales en las familias que dependen de esta actividad económica en las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla.
El objetivo del plan de gestión es propiciar la sostenibilidad ambiental y económica de una actividad artesanal del litoral andaluz. De esta forma será posible mantener en el tiempo este arte de pesca tradicional que desarrollan mariscadores profesionales a pie con técnicas únicamente manuales para capturar una especie de alto valor que sólo se encuentra en las playas de las costas onubense y gaditana, según la Junta.
Asimismo, el plan persigue ofrecer a estos mariscadores a pie el reconocimiento que merecen, igualando en derechos y obligaciones a cualquier otro pescador profesional europeo; y alcanzar el rendimiento máximo sostenible de la coquina. Para lograr este último objetivo, la planificación establece una serie de condiciones a cumplir por parte de los mariscadores que permita garantizar la sostenibilidad de la explotación de los recursos.
El documento parte de una evaluación de la situación actual de las poblaciones de coquina y apuesta por la realización de un seguimiento científico continuo para mantener la actividad dentro de los parámetros de seguridad.
El período de vigencia del plan se extiende hasta el 30 de abril de 2027 pero, si se considera necesario, será posible su revisión y modificación anual en base a los informes científicos que se vayan elaborando.
La coquina que se encuentra en el caladero del Golfo de Cádiz se captura de forma casi exclusiva por mariscadores profesionales a pie, a los que se les suma un reducido número de embarcaciones marisqueras autorizadas al uso del rastro remolcado. Esta especie se caracteriza por tener una vida corta y un crecimiento rápido que, al igual que otros moluscos bivalvos de características similares, depende en gran medida de las variables ambientales y del nivel de presión pesquera que se ejerza.
El número de mariscadores profesionales dedicados a la extracción de coquina en Andalucía ha crecido en gran medida en los últimos años gracias al impulso recibido, entre otros ámbitos, con la adaptación de las vedas en base a nuevos estudios científicos y con la oferta de cursos de formación.
La apertura del censo andaluz de profesionales dedicados a esta labor ha permitido aumentar las licencias hasta contar actualmente con 219 profesionales que viven de este recurso pesquero mientras que en 2019 los autorizados no llegaban a 150.