Nombres propios

En días soleados, ‘terraceo’ y un Montecristo Double Edmundo

La predicción metereológica del mes de mayo suele ir acompañada de ese dicho popular que muy poca gracia hace a estas alturas del año en las que capearse como una cebolla empieza a resultar cansino: “Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”. Cuando tal frase se convierte en realidad suele venir bien para aplazar la operación bikini, pero viene todavía mejor cuando no se cumple el pronóstico, cayendo, en vez de torrenciales de lluvia, baños de sol en terrazas en las que ver el tiempo pasar disfrutando de un habano de fumada larga. Pongamos que hablamos de un Montecristo Double Edmundo y pongamos que hablamos del momento después de una larga jornada de trabajo. ¿Qué ser supremo se dignaría a arruinar un momento así enviando un par de gotas de agua en esa dirección? Ninguno que se precie. Y menos aún cuando la acción toma lugar en una terraza como la del restaurante Ten con Ten en Madrid sujetando un gin tonic, que con calma, se convierte en el perfecto aliado de la fumada perfecta.

Atrás quedaron los tabúes que ligaban a un buen fumador de habanos con estereotipos anticuados para darle la bienvenida a un perfil más joven y conocedor del buen beber que los combina con cervezas artesanas, cócteles clásicos y hasta copas de vino con las que la sobremesa se convierte en el momento álgido de cualquier reunión. Aunque bueno, acompañado de un habano, cualquier momento sube de nivel en menos de lo que llega tu camarero a tomarte la comanda. Asegurado.