Afincada en NY, Jacqui Frey es diseñadora gráfica, ilustradora y repostera a la vez. Diferentes disciplinas artísticas que convergen en una misma obra en la que su creatividad baila con libertad bajo el marco de la fantasía y el surrealismo.
La artista crea de todo. Desde iconos hasta portadas de disco, pasando por GIF, pósters, estampados o envases. Así lo describe en la bio de su web en la que se exhiben algunos de los diseños que lleva a cabo de manera profesional; entre los que destacan a nivel culinario un bote de pepinillos, una botella de vino y una lata de cerveza.


Del diseño gráfico se alimenta para llevar a cabo obras de repostería con las que poder deleitarnos visualmente a través de su archivo digital de Instagram. En él, destaca la última colaboración que ha llevado a junto a Bimba y Lola. En base al lookbook ‘Mystic North’ para la temporada SS25 de la marca, Jacqui Frey hornea una colección de galletas que, como el resto de sus elaboraciones, abrazan la imperfección, la ironía y el ‘ugliness’.


Más allá de esas piezas de diseño, Jacqui presenta en su expositor otros juegos culinarios en la que vislumbra sus extensas habilidades en el mundo de la ilustración ‘con crema de mantequilla y virutas de colores’. En su mayoría, tartas o cookies de retratos de personalidades random que cumplen años, junto a pasteles de fantasía que toman como referencia la naturaleza, la gastronomía o la moda. En este sentido, la neoyorquina ha esculpido objetos de deseo que van desde unos tacones de MIU MIU hasta un bolso de Balenciaga en forma de corazón gótico.