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De cuando los callos sí son cosas de señores

Los callos son el plato castizo por excelencia. No hay tasca en la capital que no ofrezca una picante y grasienta ración de callos, con o sin garbanzos. Con su tocino, su morcilla, su chorrete en la comisura de los labios y, como consecuencia, en tu camisa. Pero también puede volverse un plato sibarita, digno de caballeros, como dice el refrán, si sabemos dónde comerlos. Nosotros ahora sí.

Si te dejas caer por el restaurante del Hotel VP Jardín de Recoletos  probarás ese platito de callos dentro de un menú degustación muy especial y delicado, como sólo tu paladar sabe hacerlo. Un mes de noviembre que viene pisando fuerte con su entrante de carpaccio de pulpo y vinagreta de ñoras, de plato principal un crujiente de boletus con bacalao y callos a la madrileña y se cierra el menú con una copa de natillas y frutos rojos con polvo de almendra tostada.

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Se trata de un menú especial previsto para comidas (13-16 horas) y cenas (20:30-23 horas) sólo durante este mes de noviembre.

Una oportunidad de comer el tradicional y castizo plato de callos a la madrileña en un entorno de excepción y con vistas a la capital: una terraza exterior provista de todos los requisitos necesarios para que la degustación de la comida sea tu única misión.

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